Foto: CONtexto Ganadero.
Vacas echadas.
- Normalmente, los bovinos se echan en un suelo seco, fresco y rodeado de árboles, como una parte de la rutina diaria de descanso y para el procesamiento del alimento ingerido. En otros casos se pueden encontrar desplomados por razones patológicas.
Aprender a distinguir entre una res echada por confort o por malestar, hace parte de las funciones de observación que se deben llevar a cabo en un predio ganadero. Un médico veterinario y un zooctenista de Fedegán se refieren a las variables existentes alrededor del tema.
El médico veterinario zooctenista y profesional de gestión productiva y salud animal de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Joel Enrique Berrío, explicó que un bovino descansa cuando comienza a rumiar, lo que se aprecia por el brillo de los ojos y la humedad del hocico.
Durante el periodo de lactancia, las vacas pueden descompensar sus niveles de minerales en el cuerpo, en especial del calcio y el magnesio, hasta llegar a desplomarse con el cuello hacia un lado. Incluso pueden observarse con parálisis en los músculos, lo que constituye una señal de alarma para un productor. Anota Berrío que cuando la vaca se encuentra así, se conoce momo la fiebre de la leche.
Manifestó el médico veterinario de Fedegán que un animal débil por falta de fuerza para sostenerse, se echa en el suelo además por la falta de nutrientes y de energía. En casos igualmente dramáticos, una res que padece de una intoxicación suele mantenerse desplomada por una infección bacteriana.
Agregó, que las enfermedades parasitarias siempre atacan el sistema circulatorio, lo que provoca en el animal anemia y decaimiento.
De acuerdo con el sugerente de salud y bienestar animal de Fedegán (FNG), Ismael Zúñiga, la Babesiosis, Anaplasmosis y Tripanosomosis generan fiebre, anorexia, anemia, disminución de la leche, aborto y muerte.
El zootecnista profesional de gestión productiva y salud animal de Fedegán, Gilberto Camacho, manifiesta que las enfermedades de la glándula mamaria originan decaimiento del rumiante en el potrero y afirma que cuando el corral o establo presentan mucha infección, se facilita que los gérmenes del suelo colonicen la glándula mamaria por medio de los pezones o esfínteres.
Aclaró que todos los días los bovinos se echan en horarios diferentes por su condición de rumiantes que necesitan de tiempo para completar la digestión de los alimentos.
De la adecuada evaluación y observación de los bovinos, depende identificar los motivos por los cuales los animales han decidido echarse en el potrero.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.