- El control sanitario de la ganadería colombiana ha mostrado avances, pero el tema debe ser de constante cuidado y control.
Las enfermedades que afectan a los bovinos se dividen entre las llamadas de control oficial (Fiebre Aftosa, Tuberculosis, Brucelosis Rabia, Encefalopatía y Estomatitis Vesicular) y el resto que no forman parte del mismo programa pero que generan gran impacto en el desarrollo de la actividad ganadera colombiana como son la Diarrea Viral Bovina, la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina, la Leptospira y Leucosis, entre otras.
Según Fausto Moreno, Coordinador del Plan Sanitario y BPG de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú -Asocebú-, en el país se han alcanzado algunos avances en el control de los diferentes problemas sanitarios. El de mayor importancia ha sido el control de la Fiebre Aftosa y la consecuente declaratoria como país libre con vacunación y otros (que se encuentran en etapas más tempranas), como los obtenidos en los programas de certificación de hatos libres de Tuberculosis y Brucelosis.
Explicó Moreno que el de Brucelosis se acaba de reformar y tiene como meta la declaración de país libre en el año 2023, lo que sería un gran paso, pero para ello es de vital importancia tanto el apoyo del Estado garantizando los recursos necesarios, como el compromiso de parte de los ganaderos para ingresar en él y cumplir con las exigencias de eliminación de los animales positivos.
En las zonas frías y templadas se presenta un parásito denominado Fasciola Hepática que afecta a los animales al pastar. Según Alonso Acosta Posada, Gerente de Mercadeo de ganadería de Novartis de Colombia, el parásito perfora el intestino hasta alcanzar el hígado y dañarlo. De esta manera, y considerando que las lesiones en el hígado son permanentes, sugiere el experto controlarlo desde los meses iniciales de vida.
Fuente: Agronegocios. La República.