Aborto.
En la vida productiva de los bovinos, algunos desafíos fisiológicos, metabólicos, infecciosos y ambientales impactan su salud y productividad. Entre estas dificultades, las patologías reproductivas se destacan como unas de las principales preocupaciones para los empresarios ganaderos.
Las enfermedades reproductivas, que contemplan desde pérdidas prenatales hasta problemas postnatales, representan unas de las causas principales de la baja tasa de producción en las explotaciones ganaderas. Entre estas enfermedades, el aborto surge como factor crítico, reduciendo el potencial de cría y la producción de carne o leche, mientras se aumentan los costos relacionados con el manejo y el tratamiento de los animales.
El aborto, definido como la pérdida de la concepción entre los 42 días y antes de los 260 días de gestación en bovinos aproximadamente, puede tener multitud de causas. Estas pérdidas pueden ocurrir de forma esporádica o endémica y tener tanto origen infeccioso como no infeccioso, lo que dificulta la identificación del agente que lo causa.
Ante este panorama, los ganaderos enfrentan la tarea de definir estrategias efectivas de prevención y manejo de los problemas reproductivos de su ganado. Ello implica un enfoque integral que contempla monitoreo constante de la salud reproductiva del ganado, medidas de bioseguridad, diagnóstico temprano de enfermedades y tratamientos adecuados.
Para salvaguardar la salud y el bienestar del ganado, es importante conocer las enfermedades que pueden desencadenar en abortos bovinos. El veterinario Ricardo Arenas de Fedegan, autor del Manual Práctico Ganadero, destaca las principales afecciones que pueden ocasionar aborto en los bovinos y merecen atención en este sentido.
Enfermedades:
Carbunco o Carbón Bacteridiano:
Esta enfermedad infecciosa, producida por el Bacillus anthracis, se conoce por su alta mortalidad y la capacidad de generar esporas, lo que hace más difícil su erradicación. Conocida como «carbón» por el color oscuro de las úlceras que produce, se puede presentar en animales sin signos de enfermedad previos. La transmisión se da por el contacto con esporas presentes en animales infectados o en el suelo.
Estomatitis Vesicular:
Es una enfermedad viral con síntomas semejantes a los de la fiebre aftosa que afecta a bovinos, cerdos, equinos y otras especies. La presencia de úlceras o aftas en la boca causa, inapetencia, desnutrición y dolor. Es de obligatoria notificación y puede transmitirse por vectores como las moscas.
Tuberculosis Bovina:
Producida por Mycobacterium bovis, esta enfermedad bacteriana afecta a rumiantes domésticos y silvestres. Es muy contagiosa y puede transmitirse mediante las heces, contaminando agua, pasturas y alimentos. Afecta el tracto intestinal y puede ocasionar pérdida de peso y debilidad en los animales.
Leucosis Bovina:
Esta enfermedad viral crónica es conocida como el cáncer de los bovinos. Afecta ganado de cualquier edad y en muchos casos puede ser asintomática. Puede causar anemia, debilidad y pérdida de peso, y se transmite con facilidad a través del contacto directo, la leche de animales infectados y el calostro.
Medidas Preventivas:
Enfatizó Arenas en la importancia de la prevención y el adecuado diagnóstico para un tratamiento efectivo. Recomienda efectuar pruebas de laboratorio para identificar las enfermedades, aislar y eliminar animales infectados, y seguir estrictas medidas de higiene y bioseguridad. Además, destaca la importancia de consultar con un médico veterinario para evitar tratamientos incorrectos y la propagación de enfermedades.
Fuente: Adaptado de Agronegocios de La República. Autor: Juan Sebastián Tinoco Acosta.
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