- En ocasiones, una cría bovina puede quedar huérfana por la muerte de su madre durante el parto o porque se rehúsa a cuidar de ella. CONtexto ganadero explica lo que se debe hacer para evitar la muerte del ternero.
El médico veterinario, ganadero con animales de lechería, Iván Darío Cruz Zambrano, explicó que el hecho de que una madre rechace a su cría recién parida se conoce como falta de habilidad materna o intolerancia.
Expuso que ello también depende de las razas y del manejo. Existen razas con habilidad materna, especialmente las de ganadería de carne. Las de ganadería de leche pueden perder el instinto materno porque por estar acostumbradas a que les quitan las crías al tercer día y ser ordeñadas sin ellas.
Precisó el experto que por el contrario, los terneros en la ganadería de carne suelen ser criadas con su madre, por lo que se registran menos pérdidas de habilidad materna.
Según Cruz, este tipo de eventos no son muy comunes y se dan en 3 de cada 100 nacimientos. No obstante, se pueden presentar cuando las vacas experimentan dolores en su ubre o por no estar acostumbradas al becerro.
Si la madre lo rechaza de forma inmediata, lo primero que debe hacerse es ubicar al ternero en un lugar seguro y cálido, como un pequeño corral y un cobertizo, donde se sienta protegido.
Una vez cumplido este paso, debe garantizarse lo más importante: la alimentación de la cría. En algunos casos, puede suministrársele calostro dentro de las 4 primeras horas después del nacimiento. Cuando pueda ponerse de pie, debe insistirse para que la madre identifique a su hijo.
Explicó Cruz que en ocasiones las reses no rechazan al becerro durante mucho tiempo. Apenas maman y ellas los identifican, se empieza a desarrollar la habilidad materna y el lazo se consolida.
Si la vaca permanece en su rechazo, puede encontrarse una madre sustituta que le brinde leche al ternero. En estos casos, el productor ganadero deberá seleccionar la hembra que le ayudará al ternero al fortalecimiento de sus defensas durante los primeros días de vida.
Otra alternativa sin la necesidad de recurrir a una segunda vaca es que el mismo ganadero alimente al ternero mediante un biberón de calostro cada 2 o 3 horas hasta que llegue a algunos días de edad.
Luego puede cambiarse a la fórmula normal y alimentarlo por 3 veces al día, asegurándose de suministrarle una cantidad de leche equivalente al 10 % de su peso corporal. Por lo general, debe continuarse el proceso durante los primeros 3 a 4 meses de vida, cuando se retira el biberón.
Al mismo tiempo, deben garantizarse todos los cuidados que se tienen con los demás becerros, como ofrecer suficiente agua fresca, suministrar otros nutrientes (si es necesario), aplicar todas las vacunas, mantener el corral aseado e inspeccionar la salud del animal en todo momento.
Finalmente, el médico veterinario León Esteban Arango Rivera, manifestó que si se trata de una ganadería que se dedica a la cría, el ganadero debe descartar de inmediato la vaca que rechazó a su becerro.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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