Regla de las 3C
- La revisión del estiércol de los bovinos permite tener información sobre la salud general del hato y la función digestiva de los animales, solamente observando 3 indicadores: color, contenido y consistencia.
No hay duda de que si los bovinos comparten la misma dieta, sus heces deberían tener características similares. Si es muy grande el hato, basta con observar un 10% para empezar a sacar conclusiones.
Si se está incurriendo en fallas en la formulación de la dieta o si están enfermos los animales, la verificación visual de las bostas permite obtener datos rápidos y actuar en consecuencia.
Para ello, se ha definido la regla de las 3 C: Consistencia, Color y Contenido. Es importante advertir que no hay publicaciones que permitan demostrar los efectos de la nutrición en estos 3 factores, pero la observación del estiércol tiene potencial como una herramienta de valoración.
La regla de las 3C:
Consistencia:
El tipo de alimentación, la calidad del agua, el contenido de nutrientes y de fibra, la ingesta y la tasa de pasaje son factores que tienen efecto en la consistencia del producto final. Por ejemplo, un menor consumo de agua o de proteína genera heces más firmes.
Contrariamente, heces sueltas o diarrea pueden indicar un consumo excesivo de proteínas o niveles altos de proteína degradable en el rumen, aunque también constituyen un signo durante periodos de estrés o inclusive pueden indicar casos más graves que requieren mayor evaluación.
Color:
El color de las heces fecales es influenciado por el tipo de alimento, la concentración de bilis, la digestión y la tasa de pasaje del alimento. Generalmente, las heces son de color verde oscuro cuando se alimentan con pasto.
Si consumen heno, se aprecian más oscuras, entre café y verde oliva, o amarillas si la alimentación está basada en una Ración Totalmente Mezclada (TMR). Este color es resultado de mezclar el grano y el forraje. En cambio, si presenta diarrea, su color es gris, y cuando es rojizo, es signo de algo mucho más grave, como coccidios, disentería o micotoxinas.
Contenido:
Idealmente, las muestras de heces fecales deberían indicar una digestión y utilización uniformes de la mayoría de los alimentos y nutrientes suministrados. Si hay partículas largas de forraje o granos no digeridos, es señal de una pobre fermentación del rumen o del intestino grueso.
Si hay partículas grandes, indica que el bovino no está rumiando adecuadamente o que se acelera la velocidad de paso, lo cual puede ser ocasionado por una inadecuada ingesta de fibra efectiva para estimular la rumia o conservar el pH.
De igual forma, la presencia de excesivas cantidades de moco es indicio de inflamación crónica o de lesión del tejido intestinal, posiblemente causada por una extensa fermentación del intestino posterior y un bajo pH.
El estiércol que parece burbujeante o espumoso puede ser indicativo de acidosis láctica o de excesiva fermentación intestinal posterior.
Frente a cualquier duda sobre la forma que deben tener las bostas, es recomendable consultar a un médico veterinario, pues se puede estar perdiendo dinero al suministrar alimentos que no están aprovechando o incluso podría hasta prevenir la muerte de los animales.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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