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Primeros auxilios

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Primeros auxilios para bovinos

Posted on 11 abril 2022 by admin

Primeros auxilios

Primeros auxilios

Foto: agromundo.co

  • Los primeros auxilios son prácticas que si se realizan en el momento exacto pueden salvar la vida de una persona, pero ¿ha escuchado de primeros auxilios en bovinos? CONtexto ganadero explica cómo llevarlos a cabo.

Como primeros auxilios son conocidas las acciones inmediatas que se deben proporcionar a un bovino para tratarle algún problema de urgencia que pueda comprometer su vida como enfermedades, accidentes o algún desorden en su cuerpo como lo explica Anderson Martín en su canal de Youtube.

Esta es la única situación en la que los dueños y encargados de predios ganaderos pueden examinar y darle un tratamiento sencillo a un animal para cumplir con los principios de preservar su vida, evitarle sufrimientos y prevenir que se deterioren sus condiciones.

Temperatura.

Para practicar  primeros auxilios hay que tener en consideración las constantes fisiológicas como la temperatura corporal, la cual refleja el equilibrio entre la producción y la disipación del calor en el cuerpo del bovino.

Debe tomarse y analizar la temperatura rectal que muestra la temperatura interna del paciente, con lo que se establecerá si está sano o enfermo. Para esto se requiere la utilización del termómetro veterinario que necesita de algunos pasos para su correcta implementación.

Primeramente, debe sujetarse el animal para luego lubricar con agua el extremo del termómetro o aplicarle una capa de vaselina. Este debe introducirse con cuidado por el ano del animal con movimientos en círculos y dejar por 2 a 3 minutos.

Los bovinos adultos deben mantener una temperatura entre de 37,7º C y 39º C. Para los terneros, estas cifras varían un poco pues la mínima es de 38,5º C y la máxima de 39,5º C.

Frecuencia cardíaca.

Otro elemento que comprenden los primeros auxilios es la frecuencia cardíaca, que muestra el desempeño del corazón. Su valoración determina el estado general en el que se encuentra el bovino, pues si la frecuencia cardíaca es muy alta, el bovino tiene algún padecimiento grave que se debe atender por un profesional.

La frecuencia cardíaca de un bovino adulto es mínima de 40 latidos por minuto y máximo de 80 por minuto, mientras que para los terneros la mínima es de 80 y la máxima  de 110 latidos por minuto.

Frecuencia respiratoria.

La frecuencia respiratoria es otro factor a analizar en los primeros auxilios. Se realiza por medio del aparato respiratorio el cual suministra el oxígeno a la sangre. Contar el número de respiraciones permite descartar alguna anomalía. Cuando los movimientos respiratorios son más rápidos de lo normal se denomina Taquipnea y cuando son más lentos Bradipnea.

Pulso.

El pulso también debe analizarse por medio de palpación, colocando la yema de los dedos sobre la arteria maxilar externa, localizada en la cara interna de la mandíbula o también en la arteria coccígea media que puede palparse por debajo de la región caudal de la cola del bovino.

Una vez realizadas estas acciones, debe llamarse a un profesional para que establezca cómo se encuentra el animal y cuál es el paso a seguir de acuerdo con el diagnóstico. Lo importante es poderle brindar la mejor atención al bovino de manera inmediata.

 

Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.

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Septicemia neonatal

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Septicemia neonatal bovina. Causas y prevención

Posted on 19 diciembre 2018 by admin

Septicemia neonatal

Septicemia neonatal

Una de las formas más efectivas de evitar la septicemia neonatal bovina es garantizando el suministro de calostro. Foto: www.delaval.es / www.elmercurio.com / haciendatv.com.

  • La septicemia neonatal es una importante causa de morbilidad y mortalidad en el ganado vacuno, que se caracteriza por la presencia de organismos patógenos y sus componentes en el torrente sanguíneo. Conozca la forma de transmisión y prevención.

Según un artículo de Johann Ricardo Baquero Parrado, master en Fisiología de la Universidad Nacional de Colombia, la septicemia neonatal bovina se presenta por una falla en la transferencia pasiva de inmunoglobulinas calostrales, que recibe la cría cuando toma leche de su madre.

Así mismo, otras causas pueden ser las deficientes condiciones sanitarias del establo de parto o un inadecuado manejo umbilical. Las rutas de infección incluyen el útero, el cordón umbilical, el tracto respiratorio o el gastrointestinal. 

Los signos clínicos son inespecíficos, y contemplan, entre otros, hipotermia o fiebre, taquicardia, onfaloflebitis (inflamación de ombligo), hipoglicemia, taquipnea, poliartritis, reflejo de succión reducido, convulsiones, ataxia, recumbencia (incapacidad de pararse).

De manera más detallada, también pueden apreciarse alteraciones hemostáticas que llevan a la reducción del retorno venoso, depresión miocárdica y resistencia vascular sistémica con hipotensión progresiva que conlleva al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, síndrome de disfunción de órganos múltiples, choque séptico y muerte.

El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS), sucede como respuesta a un proceso infeccioso denominado sepsis que puede terminar en choque séptico. Se caracteriza por hipotensión e hipoperfusión refractarias a la administración de líquidos, por lo que se requiere de la asistencia de fármacos para mantener la presión arterial.

El síndrome de disfunción de órganos múltiples (SDOM), se caracteriza por la alteración en la función orgánica, cuya homeostásis no puede ser mantenida por la persistencia del déficit de perfusión (en este caso flujo de oxígeno).

Para diagnosticar la septicemia neonatal bovina, debe recurrirse a la historia clínica del animal y al examen físico, aunque se prefiere el uso de urocultivo, hemocultivo o cultivo de líquidos sospechosos, como el sinoval, abdominal, cefalorraquídeo o pleural.

Una vez es detectada la enfermedad, debe iniciarse un agresivo tratamiento con terapia antimicrobiana de amplio espectro (con base en el hemocultivo), así como soporte respiratorio, cardiovascular y térmico, acompañado de suministro nutricional.

En relación con la prevención, debe asegurarse la adecuada transferencia pasiva de Ig mediante el consumo de calostro, así como el cuidado umbilical, reduciendo la exposición de los terneros a elementos patógenos.

En efecto, debe garantizarse el consumo de calostro y mejorar las prácticas del manejo de los bovinos, especialmente conservando ambientes limpios y libres de agentes que puedan ocasionar la enfermedad.

 

Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.

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