Acidez del suelo
Foto: Cortesía
- El crecimiento y desarrollo de los bovinos está altamente vinculado con la calidad de los pastos que consumen.
Los suelos ácidos, una condición común en diferentes regiones agrícolas, presentan significativos desafíos para la producción de pasturas de calidad. Estos suelos, caracterizados por una baja fertilidad y una deficiencia en nutrientes, influyen en la calidad nutritiva de los forrajes para el ganado.
El profesor de agronomía Miguel Ortega explica que el ganado que pastorea en zonas donde sus suelos son muy ácidos, tienen un esqueleto poco desarrollado.
Los suelos ácidos son aquellos que tienen un pH inferior a 5,5, lo que significa que tienen alta concentración de iones de hidrógeno. Esta acidez es común en zonas con altas precipitaciones, donde el lavado constante de minerales alcalinos como el calcio, el magnesio y el potasio deja el suelo con una mayor concentración de iones de manganeso y aluminio, lo que en altas cantidades puede ser tóxico para las plantas.
Efectos de la acidez del suelo:
La acidez del suelo puede inhibir la actividad microbiana benéfica, afectando la descomposición de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes esenciales como el nitrógeno y el fósforo.
De acuerdo con Ortega, en esos suelos hay carencias importantes de fósforo y calcio y, por lo tanto, la disponibilidad de estos elementos en las pasturas está muy reducida.
Esto significa que, la acidez del suelo afecta de manera negativa la disponibilidad de los nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. En los suelos ácidos, elementos como el fósforo, nutriente vital para la fotosíntesis y el desarrollo radicular, es menos disponible para las plantas puesto que se fija en formas insolubles.
De forma similar, la disponibilidad del calcio y el magnesio, elementos fundamentales para la estructura celular y la activación de enzimas, disminuye en los suelos ácidos. Esta deficiencia de nutrientes esenciales disminuye la fertilidad del suelo, limitando el crecimiento de las pasturas.
Menciona Ortega que este pH bajo afecta la nitrificación, por lo que las pasturas son pobres en proteínas.
El consumo de pasturas de baja calidad tiene impacto directo en el crecimiento y el desarrollo de los bovinos, pues los animales no reciben los nutrientes requeridos para lograr su potencial genético de crecimiento.
Cuando los suelos están presentando esta acidez, el profesional recomienda:
- Conocer bien la flora y la vegetación existente en el ecosistema de la finca. Estas pueden ser indicadores naturales de un pH bajo o de acidez del suelo.
- Realizar un buen estudio del suelo, que asociado a un análisis bromatológico de pasturas, son esenciales para planificar correctamente la estrategia nutricional.
- Efectuar arreglos tecnológicos o suministrar suplementos minerales al ganado, dependiendo de las deficiencias que se tengan en cuanto a elementos esenciales y pasturas
Fuente:
Adaptado de CONtexto ganadero.
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