Sistemas silvopastoriles
- Los sistemas silvopastoriles intensivos, además de producir comida para el ganado durante todo el año, realizan control biológico de la unidad productiva, regulan las poblaciones de insectos vectores y dismunuyen la presencia de ectoparásitos y la transmisión de enfermedades.
Los SSPi han mejorado el bienestar de los animales en pastoreo, en razón a la disminución de vectores de enfermedades y parásitos (Socca et al., 2002).
Y es que los SSPi generan forraje durante todo el año, aún en épocas de sequías prolongadas e inviernos fuertes. Esta disponibilidad de alimentos hace que el ganado adquiera mayor resistencia a parásitos internos y externos puesto que mejora la nutrición y consecuentemente, la respuesta inmunológica.
Así lo indicaron Enrique Murgueitio, director de la Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (CIPAV) y la Bióloga, MSc e investigadora del mismo centro, Carolina Giraldo.
Para ellos, la fauna asociada al sistema, también regula de manera eficiente las poblaciones de insectos vectores, haciendo que se disminuya la presencia de ectoparásitos y la transmisión de enfermedades.
Según explicaron, en lo relacionado con los parásitos internos (endoparásitos), las bostas o boñigas proveen condiciones microclimáticas (temperatura, humedad) favorables para el desarrollo de gran cantidad de parásitos.
Un par de casos.
De acuerdo ellos, en las fincas Rancho Alegre (100 hectáreas) y El Porvenir (180 hectáreas), ubicadas en el departamento del Cesar, con pasturas mejoradas, se desparasitaba el ganado 3 veces al año con antihelmínticos de amplio espectro basados en ivermectinas, sin monitoreo de las cargas parasitarias.
Sostuvieron que esta práctica frecuente genera altos costos para los ganaderos y efectos nocivos para el ambiente, por la alta persistencia y residualidad de los productos en las heces de los animales y el impacto negativo sobre la fauna edáfica y coprófaga.
Ambas fincas iniciaron procesos de reconversión hacia SSPi y establecieron nuevas prácticas de manejo de productos químicos como fertilizantes, insecticidas y drogas veterinarias.
En la actualidad, aplican solamente una dosis única de albendazol al momento del ingreso del ganado a la finca, además de monitoreo de laboratorio. Este manejo les ha permitido ser más eficientes en la descomposición de excretas y la reducción de parásitos en potreros, disminuyendo los costos de mano de obra e insumos.
Giraldo y Murgueitio afirmaron que con estas prácticas, en una proyección a 15 años, cada finca podrá ahorrar cerca de $96 millones en los costos de desparasitación interna.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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