Úlceras gástricas en equinos

Según el estudio, el 46 % de los caballos de competencia presentan úlceras gástricas. Foto: archivo particular.
El médico veterinario, estudiante de la Maestría en Salud Animal en la Universidad Nacional de Colombia, Andrés Triana, explicó a la agencia de medios de la universidad que los caballos son mantenidos en pesebreras, tienen entrenamientos de 45 minutos diarios y reciben 3 comidas cada día, que pueden ser concentrados, avena y fibras –pasto o heno–. Sin embargo, su tiempo de alimentación es muy bajo comparado con el que llevarían en su estado natural, en el que destinan cerca de 18 horas al día para caminar y alimentarse.
Estos 45 minutos se asocian con un factor de riesgo, puesto que la presión abdominal que se ejerce durante el galope o los saltos, eleva los niveles de contenido gástrico y genera lesiones en la mucosa escamosa.
Así lo manifiesta el médico veterinario luego de un estudio realizado a 50 caballos de un club hípico de la ciudad de Bogotá, con el que se estableció la prevalencia de úlceras gástricas en equinos y sus causas posibles.
Además, los equinos tienen competencias cada 15 o 20 días, lo que implica sustraerlos de sus zonas de confort, movilizarlos en camiones por 1 o 2 horas e instalarlos en pesebreras móviles, muchas veces sin disponibilidad de comida y agua.
El estudio estableció que el 46 % de los caballos competidores presentaron úlceras gástricas, prevalencia que aparentemente es baja, pero se esperaba que fuera aún menor debido a las condiciones consideradas como de buena calidad.
Según Triana, en el mundo la prevalencia de úlceras gástricas en caballos de carreras estaría entre el 85% y el 95%, es decir que en un hipódromo con 1.000 caballos, entre 850 y 950 podrían presentar la enfermedad.
3 razas estudiadas
Explica el investigador que las úlceras gástricas en los caballos son similares a las que padecen los humanos, con la diferencia de que los humanos solo tenemos en el estómago un tipo de tejido, mientras que los caballos presentan dos: una porción glandular y una escamosa.
Los caballos estudiados, de razas Silla Francés, Mestizo y Pura Sangre Inglés, tenían edades entre 7 y 18 años, con más de 2 años en el club hípico y no habían sido sometidos a tratamientos contra las úlceras gástricas.
Detalla que antes de iniciar los análisis, los propietarios de los animales suscribieron un consentimiento para adelantar los procedimientos. Luego se realizó una encuesta para conocer los hábitos de manejo de los caballos, las horas en las que son entrenados, los jinetes que los montan, si el ejemplar participa en concursos y si previamente ha sufrido alguna enfermedad intestinal.
Después de esto se les realizaron endoscopias. Para ello los animales se mantuvieron en ayuno de sólidos entre 16 y 18 horas antes del procedimiento y fueron sometidos a 4 horas de dieta líquida para que el estómago estuviera limpio.
Para la gastroscopia, los equinos fueron sedados y entubados con sondas nasogástricas de 40 centímetros desde el esófago hasta el estómago, mediante las cuales se observaron las porciones escamosas y glandulares. En este punto se identificaron y clasificaron los tipos de úlceras de los caballos, que pueden estar entre 0 y 4, siendo 4 la más severa. En algunos casos, cuando las úlceras son perforantes pueden ocasionar la muerte.
Los síntomas para ordenar una gastroscopia en el caso de la úlcera son: bostezos, cólicos, salivación, disminución de apetito, rechinamiento de dientes y pérdida de peso.
De acuerdo con el académico, algunos estudios muestran que las úlceras gástricas también puede presentarse en caballos salvajes, por lo que no es totalmente atribuible al estrés de sacarlos de sus ambientes naturales.
Tanto en humanos como en caballos, la enfermedad es tratada con medicamentos como Ranitidina, Omeprazol o Sucralfato. No obstante, el tratamiento médico debe estar acompañado de cambios en las condiciones de manejo de los animales.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero. Fuente original: Agencia de Noticias UNAL.
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