Rotavirus
- Conozca los síntomas de la rotavirosis equina o diarrea vírica neonatal, ocasionada por el rotavirus grupo A, que afecta a los potrillos. Este virus genera una enfermedad infectocontagiosa que incide afecta el tracto intestinal de las crías equinas.
La rotavirosis equina se produce por un rotavirus perteneciente al género de virus ARN bicatenario de la familia Reoviridae. Así como los equinos, también son susceptibles los porcinos, rumiantes, aves, carnívoros y humanos. Es estacional y su periodo de incubación es de 12 a 24 horas.
Según el portal Ecured, el rotavirus puede sobrevivir por mucho tiempo en el ambiente y es resistente a los desinfectantes comunes, pero puede destruirse con soluciones de formol y por hipoclorito de sodio (el conocido cloro o lejía).
Síntomas:
Durante las 12 horas luego del nacimiento e inclusive durante los primeros días de vida, los potrillos presentan temblores musculares y se ven muy deprimidos. Además de un severo cuadro de deshidratación, presentan diarrea maloliente de color amarillento.
La temperatura central del animal es elevada y los potrillos no quieren mamar. Estos signos pueden mantenerse durante 1 semana. Por su parte, las yeguas no presentan ninguno de los síntomas.
De hecho, las yeguas pueden estar infectadas en la forma subclínica y diseminar el virus por las materias fecales, manteniendo la infección y contagiando a los potrillos. El virus ingresa por vía oral o por vía respiratoria. La infección se limita al tracto digestivo.
Así lo precisa el portal de Patología Veterinaria, que agregó que la enfermedad empieza con la cesación del amamantamiento, seguido 12 a 24 horas por una diarrea profusa que puede ser mucoide y con estrías sanguinolentas.
La diarrea permanece entre 3 y 7 días, y la eliminación de rotavirus mediante las heces puede perdurar entre 4 y 8 semanas. Si no es tratado oportunamente, el potrillo puede morir por deshidratación.
Tratamiento:
Se requiere aplicar antibióticos de amplio espectro para tratar o prevenir posibles infecciones concomitantes. Para corregir la deshidratación se implementa una terapia hídrica. Se deben suministrar anticuerpos a través del calostro o la leche para moderar la diarrea.
Para evitar su aparición, se deben eliminar las heces diarreicas diariamente. Como el virus permanece largo tiempo en las instalaciones, es necesario realizar su limpieza con detergentes y agua caliente y luego desinfectarlas.
Ante un brote infeccioso debe someterse el establo a una estricta desinfección. Los potrillos enfermos y sus madres se deben mantener en cuarentena por 30 días. Los protectores de mucosas como las sales de bismuto se pueden ofrecer entre 2 y 3 veces por día.
Por el alto riesgo de contagio es primordial evitar el movimiento de animales. Los equinos sanos deben estar alejados de los lugares infectados. Las hembras preñadas próximas a parir deben ser trasladadas, dentro de lo posible, a lugares donde no hubo yeguas previamente.
El personal a cargo debe mantener una higiene estricta y realizar la posterior desinfección de la indumentaria, pies y las manos. El uso de botas y guantes ayudan a no diseminar la virosis.
También se ha desarrollado una vacuna para las yeguas. Se aplica a los 9 meses de gestación y se repite la dosis a los 30 días. Con esto se obtiene un calostro con un nivel de ácido que permite evitar las diarreas por rotavirus de forma eficiente.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
Lo invitamos a ver el siguiente video sobre el uso de madera plástica el los caminadores equinos
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