Riesgo de mastitis
- Ordeñar con ropa sucia, utilizar agua de baja calidad, deficientes condiciones ambientales y no usar guantes, son algunos de los factores que aumentan el riesgo de mastitis en los bovinos.
Según el médico veterinario, magíster en Salud Animal de la Universidad Nacional de Colombia, David Jessé González, quien adelantó investigaciones sobre los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de ocurrencia de esta enfermedad, comportamientos como no utilizar sellantes ni guantes, ordeñar con ropa sucia y no lavar o cambiar la ropa entre ordeños, puede aumentar hasta en 8 veces el riesgo para mastitis clínica y 3 veces para la subclínica. La calidad del agua, cuando es mala o regular, aumenta el riesgo 6 veces para la forma clínica y 2 veces para la subclínica, entre otros factores.
El estudio que se realizó en la Provincia de Ubaté (Cundinamarca, Colombia) y analizó 504 hatos de pequeños productores, es el segundo que se efectúa en Colombia para determinar estos factores de riesgo de mastitis y el primero enfocado en pequeñas explotaciones. De ellos, el 88% de los hatos ordeñan manualmente y el 12% de forma mecánica; el promedio de bovinos en producción era de 6,2%.
La mastitis, consistente en la inflamación de la glándula mamaria, es una de las patologías que más afecta a los sistemas de producción de leche, pues la lactancia de las vacas se reduce de un 5 a un 7%, se afecta la calidad de la leche y tiene menor rendimiento para su procesamiento.
La enfermedad se clasifica como mastitis clínica, cuando se reconoce porque se presentan cambios físicos en la leche y algunas veces porque se ve inflamada la glándula mamaria; y como subclínica, en la que se requiere de pruebas diagnósticas para detectar la inflamación de la glándula.
Por otro lado, se identificó que las vacas con heridas en pezones tenían 20 veces más probabilidad de presentar mastitis clínica, y las que se ordeñaban con equipos mecánicos tenían 6 veces mayor riesgo. Se encontró también que las que tenían las glándulas mamarias sucias con barro o materia fecal tenían mayor riesgo.
Estos mismos factores se encontraron en mastitis subclínica, pero además que las vacas que presentaban papilomas en los pezones, con más de 2 partos o con prolapso tenían mayor riesgo.
Para llegar a estos resultados, se evaluó la rutina por medio de una encuesta epidemiológica: producción de leche, alimentación y almacenamiento de la leche, entre otros factores. Las fincas fueron visitadas cada 2 meses.
La mastitis clínica se identificó por observación de la leche, mientras que para la subclínica se efectuó la prueba de mastitis California y la leche que arrojó resultado positivo se procesó y se le hizo la medición de células somáticas (más de 200.000 se determinó como mastitis subclínica).
Fuente: Adaptado de Agronegocios de La República. Autor: Anderson Urrego.
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