Estudios realizados por el Centro Internacional de Agricultura Tropical -CIAT-, indican que para el año 2050 es probable que se registren aumentos notables de la temperatura, precipitaciones pluviales más erráticas y mayor presencia de enfermedades y plagas.
El científico del CIAT, Daniel Jiménez, ingeniero agrónomo y doctor en Agricultura de la Universidad de Ghent (Bélgica), afirma que las evidencias permiten establecer en cuáles departamentos y sus cultivos se van a observar más efectos nocivos por razón del cambio climático. Estos ocurrirán en zonas de Vichada, Magdalena Casanare, Cesar, Meta y algunas regiones de la Costa Caribe y de los Llanos Orientales.
Agregó Jiménez que escenarios más positivos corresponden a departamentos como Boyacá, Nariño, Putumayo y Norte de Santander, los cuales se perfilan como zonas que contarán con una mayor adaptabilidad a cultivos que comúnmente son cultivados en Colombia.
De acuerdo con los informes recolectados, plátano, algodón, café, caña de azúcar, frijol, sorgo, y yuca son que presentan una mayor amenaza por la variabilidad climática. Por el contrario, la palma tendría más áreas en dónde ser sembrada.
Las estimaciones del CIAT indican que para el año 2050, en la mayoría de las áreas utilizadas actualmente, se verán impactados hasta el 80% de los cultivos, siendo los de mayor valor, los que sufrirían más.
Indicó el Ingeniero Agrónomo que estas proyecciones tienen significativas implicaciones socioeconómicas pues el sector agropecuario es el responsable del 40% de las exportaciones colombianas y el 21% de la población depende de la agricultura como fuente de ingreso.
Por su parte Jeimar Tapasco, economista ambiental y científico experto del CIAT, manifestó que ha identificado una gran incidencia de los fenómenos del Niño y de la Niña en la producción agropecuaria, lo que ha generado pérdidas de cultivos e infraestructura en regiones especialmente vulnerables. En opinión suya, los productores están desconcertados frente a regímenes climáticos desconocidos y ya no pueden identificar la mejor época para las siembras.
También advirtió el experto, que los efectos del cambio climático tendrán el mayor impacto en los pequeños productores, quienes conforman la gran mayoría de los productores de alimentos en el país, indicando que entre los cultivos de exportación, solamente la caña de azúcar se cultiva en grandes plantaciones y que entre un 50% y un 90% de los productores de cereales, cacao, café, plátano y banano, son agricultores pequeños, cada uno con cultivos de menos de 10 hectáreas.
Al final, todas esas afectaciones se transforman en pérdidas millonarias para el sector agropecuario, las que a su vez tienen eco en la supervivencia de quienes viven del cultivo y de la recolección de sus productos. Ambos expertos coinciden en asegurar que si no se adoptan medidas drásticas contra la problemática en los próximos años, la situación puede tornarse como catastrófica.
Las últimas cifras en que se apoya Jiménez hablan de pérdidas por $100.000 millones, durante el más reciente periodo de La Niña y Tapasco recuerda un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Comisión Económica para América Latina, según el cual el sector agropecuario colombiano tuvo unas pérdidas de más de $760.000 millones, debido al fenómeno de La Niña de 2010-2011, de los cuales el 90% fueron del sector agrícola.
A partir de esos estudios, proyecciones realizadas por el CIAT indican que los pequeños productores de los departamentos de Antioquia, La Guajira, Tolima, Huila, Cauca, Nariño los Santanderes y el Eje Cafetero serán los mayormente afectados para el año 2020, especialmente en lo relacionado con la producción de maíz, plátano y yuca.
El CIAT afirma que ya está trabajando, junto con campesinos y entidades de control, para definir planes de adaptación y mitigación, buscando que los cultivos resulten afectados lo menos posible como consecuencia de la variabilidad climática.
Fuente: La Patria.
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