Foto: portalganaderohigueyano.blogspot.com
- Antes de dejarse convencer por la popularidad de algún pasto mejorado o por estudios que muestran su contenido nutricional, primero evalúe sus terrenos para saber qué es lo más conveniente para la finca y el ganado.
Como muchos otros aspectos de la vida, el consumo de algunos productos se debe a la moda y a la publicidad y el sector ganadero no es la excepción.
El investigador PhD de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), Álvaro Rincón Castillo, manifestó que muchos empresarios ganaderos cambian sus pastos por aquellos que hayan tenido mayores despliegues promocionales.
Señaló que en ocasiones los ganaderos eligen el pasto de moda, al que más propaganda le hayan realizado. Por ejemplo, llegan forrajes sin haberse evaluado acá, sin saber si se adaptan a las condiciones de nuestros suelos.
Aseveró el investigador que algunas empresas importan semillas de países como Brasil que aún no se han evaluado en Colombia. Por ello, insistió en que el ganadero no debería decidirse por el pasto que publicitan las casas comerciales sin que haya estudios al respecto.
El director de Cultura Empresarial Ganadera, Michael Rúa Franco, coincide con esa apreciación y manifiesta que un pasto mejorado no es una garantía del incremento de la producción e incluso del consumo de los animales.
Aclaró que no se opone a que el ganadero consuma fertilizantes y semillas, pues es natural que los adquiera para su predio con el fin de estimular la producción.
No obstante, criticó un “irracional” consumo de estos insumos por el afán de encontrar una rápida solución a algún problema en el hato.
Señaló que nos hemos acostumbrado a pensar que si el pasto no es productivo, que hay que volverlo a hacer y ello es una visión comercial que no soluciona el problema de fondo. Se pregunta: ¿por qué dejó de crecer el pasto si se supone que son perennes?. Y Responde: Nosotros los volvimos cíclicos.
Argumentó el experto que en esta época de rentabilidad baja para los productores ganaderos, resulta contraproducente que quieran invertir dinero de manera desmedida sin analizar primero en qué se está fallando.
Por ello afirmó, en un artículo que antes de adoptar forrajes de máxima calidad nutricional, debe establecerse un manejo correcto del pastoreo.
Para él, lo importante es establecer un sistema de pastoreo con las especies que ya se encuentran en el potrero y una vez se haya establecido un manejo racional de la pradera, puede mejorarse la composición botánica, incorporando forrajes de mejores calidades sin dejar la vegetación autóctona.
Según sostuvo Rúa Franco, el ganado no sabe diferenciar la calidad del forraje. El animal no se come los análisis bromatológicos, sino que consume lo que puede digerir bien y de lo cual puede obtener provecho nutricional y por ello, el principal método de evaluación de cultivos de pastos y forrajes es el animal, es decir, es nuestro laboratorio.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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