Parasitismo
- A lo largo y ancho del territorio colombiano puede encontrarse una gran variedad de ecosistemas y pisos térmicos diversos, con variación en humedad relativa, precipitación, temperatura y radiación solar.
Estas condiciones favorecen la biodiversidad, haciendo que cada región se caracterice por su gran riqueza de fauna y flora.
Esta situación favorece la presencia de diversos parásitos que afectan a los animales silvestres y domésticos generando grandes pérdidas a la producción ganadera.
Sumando a estas características, por desconocimiento del manejo y de los mecanismos de control de las afectaciones parasitarias, se generan pérdidas económicas aún mayores.
A continuación, algunos factores que determinan el grado de parasitismo y su intensidad:
Edad:
Los animales jóvenes son más susceptibles a las infestaciones de parásitos, pues su sistema inmunológico aún alcanza su desarrollo completo. Sin embargo, pueden ser afectados los animales de todas las edades.
Parásito involucrado:
No todos los parásitos son igualmente patógenos; los que se alimentan de sangre y tienen procesos de migración a través de tejidos diversos, tienen mayor efecto sobre la salud del animal.
Exposición previa a los parásitos e intensidad del desafío:
La diferencia entre la presencia de una enfermedad parasitaria o de un portador sano, generalmente radica en la forma como fue el primer contacto con el parásito. Si este sucede de manera gradual, los animales adquieres una inmunidad sólida, pero si no hubo contacto previo y ocurre súbitamente, se presentará una infestación parasitaria grave.
Nutrición y estado de salud:
Una buena nutrición es indispensable para que pueda existir una respuesta inmune adecuada ante cualquier agresión parasitaria. Los animales con nutrición deficiente son más propensos a tener mayores pérdidas ante una infestación parasitaria.
Raza:
Algunas razas tienen mayor resistencia a los efectos negativos ocasionados por los parásitos. En Colombia se cuenta con 8 razas criollas y 2 colombianas que han sido el fruto de la selección natural por más de 500 años, lo que las hace más tolerantes a la influencia de agentes externos.
Tipo de explotación:
El mejoramiento de praderas ha permitido incrementar la cantidad de animales pastoreados por unidad de área y como consecuencia, hay mayor contaminación de los pastos con la materia fecal. Por ello, es muy importante favorecer la macrofauna del suelo para mejorar la degradación de la materia fecal entre pastoreos.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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