Esofagostomosis
- La esofagostomosis es una infección intestinal parasitaria producida por un nemátodo perteneciente al género Oesophagostomum que infecta a distintos animales. Afecta a bovinos, cabras, ovejas, cerdos e inclusive a los monos y los seres humanos, aunque en estos últimos es poco frecuente.
Los parásitos son responsables de la enteritis parasitaria formadora de nódulos en los rumiantes y en los cerdos según este texto. Se desarrollan con mayor frecuencia en los rumiantes que viven en climas tropicales y subtropicales.
También se conocen como «vermes nodulares» y se localizan en el colon y el ciego y a veces también en el intestino delgado. Las especies más importantes son:
- columbianum: Pequeños rumiantes.
- radiatum: Bovinos.
- venulosum: Pequeños rumiantes.
- dentatum: Cerdos.
Las hembras adultas que miden de 8,5 a 13 milímetros de largo y viven en la pared del intestino grueso ponen sus huevos que son depositados en el ambiente con la materia fecal. Posteriormente se produce la infección por vía bucal.
En el intestino delgado y el estómago la larva se libra de su envoltura e ingresa en la mucosa intestinal, formando nódulos en el intestino grueso. Luego migra hacia la luz del intestino donde madura sexualmente, las hembras inician la oviposición, renovándose el ciclo.
Patología:
Las especies que afectan a los rumiantes pequeños pueden ocasionar una enteritis importante, aún sin producir nódulos.
Desde el punto de vista patológico, la que produce O. columbianum es la más importante, provocando diarrea, anemia, pérdida de peso y edemas por la pérdida de sangre.
En el ganado bovino es similar la patogenia. También se desarrollan úlceras y nódulos purulentos al emerger las larvas en estadío 4. Las manifestaciones clínicas más comunes son anemia e hipoalbuminemia como consecuencia de la pérdida de proteínas y sangre a través de la mucosa afectada.
En los rumiantes, cuando se presenta de forma aguda se puede producir la muerte de algún animal afectado. Sin embargo, es normal que la enfermedad tenga un curso crónico. Los animales que mueren se encuentran anémicos y caquécticos.
En cerdos, la esofagostomosis se presenta de forma similar, aunque no suele manifestarse de forma clínica, pero siempre se traduce en disminuciones de producción.
El portal Parasitipedia advirtió que O. radiatum es muy perjudicial para los bovinos, sobre todo para animales menores de 2 años, para los que puede ser fatal una infección masiva. Lo mismo sucede con O. columbianum para los corderos.
Las larvas infectivas perforan la pared del intestino y el hospedador responde a esa herida produciendo nódulos del tamaño de un guisante. Ello perturba la fisiología intestinal, especialmente la absorción de líquidos, dando lugar a diarreas.
También se pueden ver afectadas la digestión y la defecación, y puede presentarse enteritis. En ocasiones los nódulos revientan hacia adentro de la cavidad abdominal generando infecciones bacterianas mortales.
Diagnóstico:
Cuando la enfermedad se desarrolla con sintomatología, dado que es atribuida a formas larvarias, no es posible realizar diagnósticos coprológicos, o en los hallazgos postmortem.
Este helminto puede ser muy nocivo para el ganado joven, por lo que estos animales deben protegerse especialmente, considerando que los estadios infectivos pueden sobrevivir en los pastos hasta por 3 meses y resistir inviernos suaves.
Tratamiento y control:
En el tratamiento de parasitaciones por Oesophagostomum spp se utilizan ivermectinas y benzimidazoles. También funcionan las medidas profilácticas que se emplean para otros nematodos de ciclo directo: limpieza en animales estabulados, quimioprofilaxis, rotación de pastos y tratamiento de portadores.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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