- La investigadora de la Universidad Politécnica de Valencia (España), María Dolores Raigón, define la agroecología no solamente como una función técnica de cultivar alimentos, sino además como un aspecto social de producir con calidad y respeto por el medio ambiente, ligado a la relación entre el productor y consumidor.
Señala la investigadora que no es solo saber cuántas unidades de fertilizantes requiere el suelo o si se están realizando las actividades fitosanitarias ecológicas. Es algo más, es tener en consideración todos los valores sociales.
Este concepto, que ella esbozó en el Seminario Internacional de Agroecología, recientemente realizado en la Universidad de Santa Rosa de Cabal -Unisarc-, resuena en los mercados, y lo identifican y valoran los consumidores.
Raigón presentó en el seminario una ponencia relacionada con la calidad nutracéutica de los alimentos ecológicos, en la que muestra que han sido producidos bajo sistemas agroecológicos, no solamente tienen una función alimenticia, sino también un beneficio directo para la salud.
Planteó que por ejemplo, una cebolla tiene minerales y vitaminas, pero además compuestos en azufre, que tienen un efecto sobre el sistema inmunitario, lo que nos hace más resistentes ante un resfriado.
Agregó que la nutracéutica estudia ese valor agregado y que los resultados de las investigaciones demuestran que los sistemas de producción agroecológicos hacen que las plantas sean capaces de realizar mejor la absorción de sustancias activas, que son sintetizadas en mayor medida. Por ello, afirma, los productos agroecológicos son la medicina del siglo 21, un concepto que ya es aplicado en algunos países.
Uno de ellos es Dinamarca, en donde el Gobierno adoptó una campaña para aumentar el consumo de verduras y frutas procedentes de sistemas ecológicos. Ese país es actualmente el mayor demandante de este tipo de alimentos en Europa. España es el primer productor en ese continente, pero su consumo es muy bajo.
Según datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en Colombia existen 46.000 hectáreas certificadas en producción ecológica, sin embargo, esto no significa que sean agroecológicas.
Fuente: Agronegocios.