En las explotaciones ganaderas se presentan diversas variables que deben los propietarios identificar, priorizar y controlar para prevenir pérdidas económicas. Una de ellas es la falta de apetito, la cual puede abrirse nuevamente con la utilización de ciertos estimulantes.
El docente del programa de Medicina Veterinaria de la Universidad de La Salle, Juan David Córdoba Parra, indicó que la pérdida del apetito en bovinos es una manifestación clínica asociada a diversas enfermedades o desórdenes que incluyen afecciones infecciosas por algún virus o bacteria; inflamatorias propias del tracto gastrointestinal; nutricionales por mala calidad de las dietas; traumáticas, lesiones en el tracto digestivo, o pueden darse a causa de procesos febriles.
Considerando que las razones que pueden hacer que el animal deje de comer son muchas, el médico Veterinario Zootecnista de Laboratorios Edo, Wilson Mora Muñoz manifestó que el principal estímulo al apetito de un bovino es un forraje fresco verde y de buena calidad y recomienda a quienes deseen establecer una empresa ganadera, tener claridad en los esquemas de alimentación, los cuales por naturaleza de la especie herbívora involucrada, deben incluir una excelente base forrajera.
Otra manera de estimular el apetito es realizando programas de desparasitación y empleando multivitamínicos para reducir las deficiencias que presentan las pasturas.
El consumo de alimentos también puede promoverse utilizando productos que aporten energía y le den palatabilidad a los pastos, como la melaza, pero debe manejarse con cuidado. Según Córdoba, los estimulantes aportan vitaminas y tienen la función de entregar energía en las dietas de los animales de acuerdo con la edad, el estado productivo y el reproductivo.
Tips para favorecer el consumo de alimentos
- Suministrar alimentos de buena calidad que aporten los requerimientos nutricionales y satisfagan las demandas de la producción sin afectar la salud.
- Establecer planes sanitarios estratégicos de desparasitación en períodos determinados de acuerdo con las condiciones epidemiológicas del hato y de la región.
- Suministrar pasturas de calidad excelente y aplicar melaza a pastos secos para llamar la atención del ganado y así lo reciba mejor.
- Incluir las dietas nuevas poco a poco, prestando especial atención al periodo de transición de las mismas, mientras aceptan el cambio en su alimentación.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero. Por Ximena González Vidal
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