Estabulación de caballos
La estabulación de caballos es un sistema cotidiano de manejo, basado en mantener los animales en un recinto cerrado, modificando sustancialmente sus hábitos de libertad. Aunque se utiliza muy a menudo, debe procurarse proporcionar condiciones óptimas para que el equino no desarrolle comportamientos que afecten su salud o, como se les conoce comúnmente, vicios de cuadra.
La viabilidad de los sistemas de estabulación se deriva del alto valor genético de algunos caballos, que hace que se requiera tenerlos bajo un cuidado más estricto para evitar lesiones con piedras, alambres, palos, entre otros factores externos.
En la producción de equinos, en la que normalmente se utiliza este sistema, se pretende tener un estricto cuidado de los miembros de los caballos, por lo que resulta ser una buena opción tenerlos bajo condiciones de encierro.
Además, en zonas donde no se dispone de grandes extensiones de tierra, ya sea por localizarse muy cerca de la ciudad, o por otras circunstancias, la estabulación ayuda en su manutención, y se vuelve una eficaz herramienta para su vigilancia.
El médico veterinario zootecnista de la Universidad de Córdoba, magíster especialista en medicina de equinos Bernardo Reyes Bossa destaca que esta práctica permite que el animal no desgaste demasiado su sistema músculo esquelético y su energía corriendo y jugando en el potrero.
Efectos negativos:
Sin embargo y pese a sus beneficios en la producción equina, un mal manejo conlleva a que el animal desarrolle comportamientos negativos y que conduzcan a afecciones a nivel comportamental y físicas que afecten su productividad.
Uno de los efectos más importantes que tiene la estabulación en equinos es la ocurrencia de altos niveles de estrés. De acuerdo con Bossa, generalmente, cuando se tienen pesebreras no diseñadas en concordancia con los requerimientos de los caballos, se altera la etología del animal, es decir, su comportamiento, generando cuadros altos de estrés.
Precisa el especialista que del estrés vienen las famosas estereotipias, es decir, comportamientos anormales que constituyen conductas repetitivas ocasionadas por el encierro del animal.
Estos vicios de cuadra pueden condensarse en la aerofagia, el caminar en círculos y el tiro del oso.
El primero consiste en que el animal, constantemente muerde una superficie plana, haciendo uso de los músculos del cuello y la cabeza para producir un ronquido.
El tiro del oso se identifica por un movimiento de balanceo del cuerpo y la cabeza que se realiza para liberar el estrés y a futuro puede producir problemas musculares.
El caminar en círculos, uno de los recurrentes, igualmente surge por los altos niveles de estrés y difícilmente se puede solventar.
Otras situaciones como la gastritis también se pueden desencadenar por estos sistemas. En la estabulación se cambia su alimentación normal, por lo que no secretan bien los jugos gástricos. Si no se tienen protocolos de alimentación simulando las condiciones normales como la altura del pasto, la presión con la que lo deben halar, se desarrollan estas afecciones.
Prevención:
Una manera de prevenirlo es mediante un adecuado diseño de las instalaciones, además de establecer protocolos de manejo de pesebreras, en los que se dispongan planes completos de higiene y alimentación que contribuyan a mitigar los efectos adversos del encierro.
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Fuente: Adaptado de Agronegocios de La República. Autora: Valentina Sánchez Forero.
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