Carandá

Foto: Flickr.com

• Este árbol utilizado en las zonas inundables, permite recuperar los suelos, contribuyendo al mejoramiento de sus propiedades naturales afectadas por efecto de la contaminación.

El Carandá es una especie que se emplea para darle sombra al ganado bovino. Ayuda a la recuperación de suelos degradados, puede sobrevivir en zonas inundables y su madera se utiliza para la elaboración de postes en las fincas.

Su nombre científico es Prosopis kuntzei y es conocido con otros nombres como: Itin, Yacaranda, Itin Palo Mataco, Jacarandá, Yacarandá, Lanza-lanza, Carandá y Barba de Tigre. En América Latina se le conoce como Algarrobo.

Pertenece a la familia: Mimosaceae (Leguminosae, Mimosoideae) y según la FAO es un árbol con alturas de 4 a 10 metros de alto, su tronco tiene de 40 a 60 centímetros de diámetro, redondo, muy ramificado, cilíndrico, espinoso, recto y rígido.

Mejora los suelos degradados, es decir, en aquellos en los que sus propiedades naturales o su productividad han resultado afectadas negativamente por la contaminación u otros procesos físicos.

Es un árbol de hojas pequeñas, sus flores son amarillas o blancas. Florece entre los meses de septiembre y noviembre y fructifica entre diciembre y enero. Algo de resaltar es que conserva sus frutos hasta agosto. (Legname 1982).

Su madera tiene un ligero lustre, recto al grano ondulado y con textura tosca. Es fuerte y dura. Cuando se corta tiene un olor fragante.

Es una especie del Gran Chaco de los bosques de Bolivia oriental, el norte del Paraguay y hasta el centro de Argentina (Santa Fe, Córdoba norte y Corrientes). (Burkart 1976). En Argentina y varios países suramericanos existen bancos de semillas del árbol Carandá.

Su madera se emplea para construir corrales para el ganado, cercos, y postes debido a su resistencia. También es utilizada en la elaboración de arcos para deporte. La albura es ligeramente amarilla, mientras el duramen es castaño con parches violeta oscuro.

De acuerdo con el Instituto de Silvicultura y Manejo de Bosque, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional de Santiago del Estero, la edad promedio del Prosopis kuntzei es de 35 años y es durable el contacto con el agua.

Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.

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