Henolaje

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Para responder esta pregunta, CONtexto ganadero dialogó con el zootecnista Juan Carlos Rojas, especialista en nutrición de rumiantes en Beefmaster, quien explicó las claves para evitar errores y maximizar su aprovechamiento.
El henolaje se obtiene mediante un proceso de secado parcial del forraje hasta llegar a un nivel de materia seca entre el 40% y el 60%. (Lea en CONtexto ganadero: Tips para mayor aprovechamiento del forraje en su finca)
Explicó Rojas que este método es útil para conservar el forraje durante más tiempo y evitar pérdidas de nutrientes si se cumplen ciertas condiciones.
Existen diferentes métodos de conservación. El primero es el empaque en plástico y el segundo es amarrado al aire, bajo techo para que los rollos se vayan secando.
Agregó que si se rompe la capa protectora, la humedad y el oxígeno facilitan la proliferación de levaduras y hongos que deterioran la biomasa.
Según explicó, en muchas fincas de Colombia es frecuente la práctica de dejar los rollos en la intemperie. Esto aumenta los riesgos de que se rompa el plástico debido a factores como la fauna silvestre o los daños mecánicos. Si el rollo conserva su integridad, no hay problema al dejarlo en el campo, pero si se rompe, el forraje se puede perder en cuestión de días.
Y ¿si se deja a cielo abierto?
Las consecuencias de exponerlo al exterior dependen del daño que puedan presentar los rollos. Rojas enfatiza que si no hay roturas del plástico, la conservación del forraje no se afecta. Pero si el plástico se rompe, pueden ocurrir 3 problemas graves:
- Crecimiento de microorganismos indeseados como hongos y levaduras.
- Descomposición del material.
- Pérdida de palatabilidad y rechazo por parte de los animales
Por estas razones, los rollos se deben proteger con plásticos resistentes y monitorearlos frecuentemente. Si los rollos se dejan al aire libre, se deben inspeccionar periódicamente para asegurarse de que no se presenten daños en el material de empaque.
¿Por qué lo dejan a la intemperie?
Según el experto, la razón principal es la practicidad. Dejar los rollos en el campo disminuye los costos operativos, ya que evita el transporte adicional y el almacenamiento en instalaciones.
Para muchos ganaderos, especialmente los que tienen terrenos extensos o difíciles de transitar en tiempos de lluvias, esta práctica constituye un ahorro importante en combustible y logística.
Otra razón es la capacidad de infraestructura. No todas las fincas disponen de galpones o cobertizos adecuados para almacenar el henolaje. Para muchos medianos y pequeños ganaderos, la única alternativa es dejar los rollos en el campo” señaló Rojas, considerando que son volúmenes de almacenamiento grandes.
Expuso el profesional que sin embargo, la falta de protección puede conducir a pérdidas considerables. A largo plazo, el ahorro en almacenamiento se puede convertir en una mayor pérdida económica si los rollos se dañan.
Así se conserva:
Para garantizar una efectiva conservación, tenga en cuenta algunas recomendaciones:
- Usar plásticos de buena calidad resistentes a rasgaduras.
- Un área protegida contra fauna, otros animales que lo rasguen o caída de palos de árboles, entre otros riesgos.
- Revisión constante de los rollos.
- Almacenamiento en un sitio apropiado.
Si se almacena correctamente el henolaje, se puede garantizar mayor vida útil del forraje y evitar correctamente pérdidas económicas.
En Colombia, el uso del henolaje ha venido en aumento durante los últimos años, especialmente en las regiones con períodos de sequías prolongadas.
Comentó Rojas que los medianos y pequeños ganaderos se pueden beneficiar del henolaje, pero requieren de acceso a insumos como los plásticos de buena calidad y la capacitación en técnicas de conservación.
Los sistemas de producción varían según las regiones. En zonas como la Sábana de Bogotá, son muy comunes los henolajes de ryegrass y kikuy, mientras que en el Valle del Cauca se tienen técnicas para conservar en esta forma la caña de azúcar.
A pesar de sus ventajas, muchos empresarios ganaderos aún desconocen la técnica para almacenar correctamente el henolaje. Es fundamental que reciban capacitación sobre la conservación de forrajes para optimizar su rendimiento y evitar pérdidas innecesarias.
Finalmente, aseveró el profesional que un error común es creer que el henolaje se mantiene en buenas condiciones solo por estar envuelto en plástico. En realidad, cualquier daño en el empaque puede afectar la calidad del forraje y, con ello, la producción de leche y carne.
Fuente:
Adaptado de CONtexto ganadero.
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