Foto: ganaderialimusinartieta.blogspot.com
- Es muy común ver que luego de parir las vacas muestren sus instintos maternos y decidan cuidar y atender a sus crías. Es posible observar como lo lamen, lo secan, hacen ruidos y lo incentivan a ponerse de pie y mamar.
Habilidad materna.
Los lamidos hacen las veces de masajes que estimulan y activan la circulación y la respiración del ternero.
De acuerdo con el médico veterinario y ganadero con animales de lechería especializada, Iván Darío Cruz, luego del nacimiento de la cría se ocasiona un reconocimiento materno por diferentes medios entre ellos, los olores de la placenta y de la sangre.
Anotó que una de las primeras cosas que hace instintivamente la vaca es lamer al recién nacido. Ello estimula la circulación de la sangre por su cuerpo y la respiración.
Según comentó, eso es muy importante porque cuando respira el ternero por primera vez, expande sus pulmones y expulsa los excesos de flemas que le quedan en su tráquea.
Explicó Cruz que la madre también realiza una estimulación auditiva pues en ese momento empieza a bramar.
De acuerdo con expertos, las vacas tienden a bramar en la medida en que estén cerca o lejos de sus crías.
Cuando la madre tiene su ternero junto a ella, es probable que emita sonidos de baja intensidad. En el momento en que se separan de su cría, lo más posible es que empiece a mugir de forma muy fuerte.
Indicó el médico veterinario que estos primeros cuidados y esa estimulación temprana que brinda la madre, facilitan que el ternero se levante.
Precisó que la madre incita al ternero a pararse para que mame, pues lo ideal es que tome el calostro durante sus primeras 8 horas de vida.
Por otro lado, explicó que algunas razas no tienen muy bien desarrollada su habilidad materna.
Indicó que en esos casos el médico veterinario o el encargado de los animales deberá ser quien efectúe esos primeros cuidados.
Este debe limpiar las suciedades y mucosidades de la boca y la nariz de la cría y frotarle o masajearle con un paño limpio, un cepillo o un costal, el tórax.
Además deberá supervisar que el ternero mame durante sus primeras 5 u 8 horas de vida para garantizar buenos anticuerpos en él, cortar y limpiar adecuadamente el cordón umbilical y, según el tipo de explotación, separarlo de su madre y conducirlo a un lugar seguro y limpio.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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