Racionamiento de energía
La suerte no se encuentra del lado del sistema eléctrico colombiana. En momentos en que la intensa sequía ha llevado al nivel agregado de los embalses a menos del 50%, siguen presentándose malas noticias. Durante este fin de semana, la Unidad #4 de la central Flores de Zona Franca Celsia, la segunda planta térmica del país, presentó un daño en sus turbinas que la han dejado fuera de operación, por lo menos, durante un mes.
En comunicado de prensa, Celsia manifestó que durante el proceso de salida del sistema para efectuar el mantenimiento programado de la unidad #4 de la central Flores, se presentó un daño en los álabes de una de las turbinas.
De acuerdo con el comunicado, la situación afecta la generación de Zona Franca Celsia, pues de los 610 MW de capacidad total, han quedado indisponibles temporalmente 230 MW, que podrían aportar 5,5 GWh/día al Sistema Interconectado Nacional.
La firma ya tiene activado un plan de contingencia para reparar el daño lo más rápido posible, sin embargo aún no se tiene certeza del tiempo exacto que tardará su reparación. El bajo nivel de lluvias presentadas en el país como consecuencia del fenómeno de El Niño ha hecho que esta clase de centrales tengan que funcionar a la máxima capacidad. En épocas en que la hidrología presenta normalidad, estas plantas de generación térmica cubren el 30% de la demanda, sin embargo, en estos momentos son responsables del 50% de la generación.
El hecho se presentó dos semanas después de que la central hidroeléctrica Guatapé, propiedad de Empresas Públicas de Medellín, quedara fuera de funcionamiento tras un incendio presentado en el cuarto de máquinas. Además de generar el 5% de la demanda de energía del país, también contaba con uno de los embalses de mayor capacidad. El daño, no solamente afecta la generación de EPM, sino también la de Isagén pues las centrales San Carlos, Jaguas y Playas dependen del agua de Guatapé.
A raíz de la situación, el Gobierno Nacional anunció la importación de 7 gigavatios diarios desde Ecuador para evitar un apagón. Analistas del sector eléctrico que solicitaron no ser citados, manifestaron su preocupación por lo “ajustado” que se encuentra el sistema. Un nuevo golpe llevaría a un inminente corte de energía.
Manifestó una de las fuentes que el Gobierno maneja sus cifras, pero sus números le indican que si El Niño se prolonga hasta mayo o junio, nos encontramos en problemas. Agregó que en Colombia se supone que inician las lluvias en el mes de abril, pero durante los últimos 3 años no ha sido así, sino que ha empezado a llover a finales de mayo y no está seguro de que los embalses tengan las reservas suficientes para llegar hasta ese mes.
Fuente: Adaptado de El Espectador.
Nota patrocinada por: