Contaminación
- La producción de leche de calidad es un objetivo de la industria láctea. La prevención de la contaminación bacteriana requiere de un enfoque integral.
El médico veterinario zootecnista Marcelo Gutiérrez explica en charla para TVGAN que la contaminación bacteriana de la leche en el mayor porcentaje de los casos ocurre afuera del pezón.
Por ello, se orienta a buscar el problema en el transcurso de la leche desde su ordeño hasta la entrega al procesador.
Prevenir la contaminación bacteriana de la leche es una compleja tarea que involucra diferentes prácticas, desde el adecuado manejo de los animales hasta una correcta limpieza y desinfección de los equipos.
De acuerdo con Gutiérrez, existen prácticas que ayudan a la prevención de esta contaminación:
Prevención de la contaminación:
Flameo de ubres y recortes de pelos de las colas:
Una de las fuentes de contaminación bacteriana es en el contacto de la leche con el pelo y la piel de los animales. El flameo de las ubres, consistente en pasar una suave llama sobre las ubres para eliminar el pelo, reduce la suciedad y las bacterias que pueden estar presentes durante el ordeño.
Según Gutiérrez, esta práctica se debe realizar, siempre y cuando no se quemen las ubres. Se debe hacer con una llama azul, es decir, existen implementos especiales para realizar el flameo de las ubres sin afectar al animal.
Higiene de los animales:
Los bovinos se deben mantener en adecuadas condiciones de limpieza, lo que implica la remoción periódica del estiércol en las zonas de descanso, la limpieza de los corrales y mantener un entorno ventilado y seco. El profesional indica que hay que tener limpios los caminos, los potreros, las zonas del ordeño, etc.
Agua potable y limpia:
El agua para el lavado de las ubres, los equipos de ordeño y los utensilios debe cumplir con estándares de potabilidad, pues el uso de agua contaminada puede introducir bacterias en la ubre.
Se recomienda realizar análisis de la calidad del agua periódicos, para garantizar que no tenga patógenos que puedan afectar la calidad de la leche.
Poca agua en la rutina:
Afirma Gutiérrez que se debe reducir la cantidad de agua que se tiene en las tareas ya que el exceso puede hacer que la suciedad y las bacterias se propaguen en lugar de eliminarse.
Manual de rutina de ordeño:
Este manual debe contener procedimientos detallados sobre la preparación de los animales, el uso de guantes, la limpieza de las ubres, la manipulación de los equipos y la gestión de la leche luego del ordeño.
La persona que ordeña diariamente y la persona de reemplazo deben hacerlo de la misma forma y que sea une rutina de acuerdo con los estándares.
Uso de guantes:
El uso de guantes en el ordeño es una práctica que contribuye a evitar la transferencia de bacterias de las manos del ordeñador a la leche. Estos guantes deben ser desechables o reutilizables, pero en el último caso, se deben desinfectar adecuadamente entre un ordeño y otro.
Limpieza y desinfección de tanques, equipos de ordeño y utensilios:
Estos procedimientos se deben realizar inmediatamente después de cada sesión de ordeño para evitar que residuos de leche se descompongan y sirvan como un medio de cultivo para las bacterias. Es fundamental emplear productos de limpieza adecuados que eliminen los restos de grasa, proteína y minerales que pueden quedan en los equipos.
Monitoreo de la temperatura del tanque de enfriamiento y mantenimiento rutinario:
El rápido enfriamiento de la leche tras el ordeño es fundamental para evitar el crecimiento bacteriano. La leche se debe enfriar a una temperatura inferior a los 4°C lo más rápidamente posible, y mantenerse a esa temperatura hasta su procesamiento o transporte.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
Lo invitamos a ver el siguiente video que muestra un tanque para enfriamiento de leche:
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