Abscesos hepáticos
- Según el argentino Gustavo Bretschneider, los abscesos hepáticos se presentan en el ganado estabulado como una consecuencia de la acidosis ruminal que facilita la inflamación de la pared del rumen, patología conocida como ruminitis.
Estos se presentan debido a la entrada y el establecimiento de bacterias piogénicas (que generan erupciones purulentas), donde el Fusobacterium necrophorum es el más común, produciendo infecciones.
Una vez deteriorada la mucosa del rumen por la inflamación, este microorganismo genera un foco de infección que se torna en la puerta de ingreso de la infección al hígado.
Señaló el experto que los abscesos pueden desarrollarse en bovinos de todas las edades de diferentes sistemas productivos, pero tienen una mayor prevalencia y representan mayor impacto económico en aquellos que están bajo sistemas estabulados.
Se ha demostrado que los abscesos hepáticos afectan negativamente la productividad del ganado, en aspectos como la ganancia de peso, el consumo de alimento, la eficiencia de conversión y el rendimiento de la res.
Son resultado de episodios de acidosis ruminal, en los que los microorganismos y las endotoxinas llegan al hígado desde el rumen por medio del flujo de sangre de la vena porta.
En relación con el número y el tamaño de los abscesos, las mermas son más notorias en el ganado con más severidad de la infección hepática. En general, la eficiencia de conversión y la ganancia diaria de peso se redujeron 9,7% y 11% respectivamente.
En comparación con el ganado libre de infección, los animales con abscesos hepáticos presentaron menor peso de carcasa caliente (peso inmediatamente después de la faena) de 310 vs. 274 kg y menor rendimiento de 63,3% vs. 61,7%.
Por otro lado, una ruptura accidental de un absceso durante el proceso de beneficio, no solamente contamina la carcasa con pus, sino que además interrumpe el trabajo de eviscerado, lo que acarrea mayor tiempo y requiere de más mano de obra.
Según Bretschneider, a medida en que se reduce la inclusión de fibra de forraje, es mayor la severidad y prevalencia de los abscesos. Igualmente, el tipo de cereal y su procesamiento tienen influencia en su aparición.
Agregar en la ración antibióticos (que tienen efectos inhibitorios sobre las bacterias responsables), es una práctica ampliamente utilizada para prevenir los abscesos hepáticos.
El manejo antimicrobiano redujo la ocurrencia de abscesos hepáticos entre 40 y 70%, tras lo cual el ganado tratado también presentó mejoras en la eficiencia de conversión y la ganancia de peso diaria. No obstante, la exigencia de los consumidores de carnes libres de antibióticos presiona para que se establezcan estrategias de prevención sin estos medicamentos.
En este sentido, anotó el experto argentino que si bien se ha evaluado una vacuna para prevenir la formación de estos abscesos, los resultados de eficacia no han sido muy alentadores.
Por ello, para evitar el uso de antibióticos, aconsejó manejar la alimentación con inclusión gradual del grano de cereal, ofrecer comida varias veces al día y aumentar el contenido de forrajes en la dieta para minimizar los riesgos de acidosis ruminal y su consecuente ocurrencia de abscesos hepáticos.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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