• El ganado bovino puede verse afectado con un edema, que sin ser doloroso, es de mucho cuidado por constituir un síntoma de una o de varias enfermedades.

Algunas edemas en bovinos pueden ocasionarle molestias al animal y generar situaciones de estrés, lo que afecta la producción de carne y leche. Por ello, esté atento a lo que algunos expertos en salud animal tienen para contar sobre el tema.

En cualquier zona del territorio colombiano existe el riesgo de aparición de edemas en los hatos bovinos, según lo afirmó Guillermo Alarcón, médico veterinario de la subgerencia de salud y bienestar animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán (FNG).

El médico veterinario y profesional de salud y bienestar animal de Fedegán, Rafael Eduardo Rumbo Castro, explicó que los edemas en bovinos se localizan en las partes de declive del animal y aparecen cuando la sangre pierde viscosidad y se sale de los vasos sanguíneos. Aclaró que no son dolorosos ni rosáceos.

Los edemas en bovinos pueden aparecer en diferentes partes del animal y se pueden reconocer a simple vista como una protuberancia. Sin embargo, uno de los más delicados es el edema que se presenta en la ubre de las vacas, por el riesgo de reducción de la producción de leche.

En relación con el tema, Alejandro Saborío Montero, de la Escuela de Zootecnia y Centro de Investigaciones en Nutrición Animal, de la Universidad de Costa Rica, indicó en el documento “Edema de ubre en ganado bovino”, que se trata de una inflamación del tejido mamario adyacente, como respuesta a la excesiva acumulación de fluidos en el espacio intercelular. Esta acumulación produce efectos negativos en el animal tales como el estrés.

Por su parte, Alarcón indicó que el edema no es una enfermedad, sino que constituye un síntoma asociado a diversas patologías y por ello debe llamar la atención de los ganaderos y agregó que pueden afectar a todos los animales vivos y en cualquier parte del país y que para eliminarlos se deben tratar atacando el origen de la enfermedad.

Alarcón indicó que se dispone de antiinflamatorios o diuréticos para curar los edemas, pero lo más importante es contrarrestar su origen para que no crezcan o aparezcan nuevos. Hay que atacar en conjunto el edema y la enfermedad.

Otro punto a tener en cuenta es el edema maligno, que sí constituye una enfermedad, causada por un clostridium. Esta es una infección transmitida por microorganismos encontrados en el suelo, estiércol u orina que además, produce intoxicación, anorexia, fiebre, presencia de músculos de tonos oscuros y laceraciones tras la aparición de las protuberancias.

El manejo adecuado de los animales y su revisión periódica, permitirá a los ganaderos atender los casos de edemas y las enfermedades que se esconden detrás de ellos.

Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.