Corrales vivos
- Los corrales suelen convertirse en los espacios donde los animales pasan algunas horas, ya sea porque se realiza el ordeño o por cualquier otra actividad que requiere del encierro del animal.
Existen diversos tipos de corrales, como los vivos que se utilizan en algunas explotaciones ganaderas que no requieren de mucha inversión, ya que la base de estos son los árboles o elementos de fácil acceso que solo necesitan ser organizados de forma tal que se constituyan en una herramienta clave para las fincas.
De acuerdo con el Manual 2 ‘Buenas prácticas ganaderas’ del Proyecto Ganadería Colombiana Sostenible, el manejo de los bovinos en las explotaciones ganaderas, requiere de la adecuación de sitios que permitan el desarrollo de las actividades propias del sistema de producción.
Para estos casos se usan instalaciones como establos, corrales, embudos, embarcaderos y palpaderos. Sin embargo, estas infraestructuras que generalmente son costosas, a veces no tienen en consideración los requerimientos mínimos de comodidad para los animales.
Para la instalación de un corral tradicional se requiere la utilización de grandes cantidades generalmente de maderas finas procedentes de bosque naturales con gran importancia ecológica, que no deberían utilizarse para este propósito.
Por esta razón es necesario buscar alternativas de construcción de corrales que disminuyan la presión sobre el bosque natural y que permitan reducir los costos de montaje.
Al tener corrales vivos para el ganado se reduce la temperatura en su interior, creando microclimas que permiten tener mayor comodidad para los animales y más tranquilidad para las labores que se realicen.
Para este propósito se tienen alternativas de construcción mediante árboles que pueden propagarse por estacas, dependiendo de la especie, así como de la altura sobre el nivel mar en que esté ubicado el predio.
Las estacas para la construcción de corrales vivos deben ser rectas, de al menos 2 metros de altura, para evitar que los animales se coman los rebrotes de las hojas de la parte superior de la estaca, durante por lo menos los primeros 6 meses de establecidas.
Para su construcción pueden utilizarse árboles como matarratón, desnudo, indio, ciruelo, vainillo, totumo, papayulo, pízamo, ceiba, cachimbo, tolua, nacedero, macano, lechero, sauce, chocho, tilo, sauco, lechero rojo, entre otros.
Su construcción es fácil y requiere de pocos recursos económicos. En algunos casos las estacas se siembran tan cercanas que no se hace necesaria la utilización de alambre, pero en los casos en que se requieran sitios con mayor resistencia como en embarcaderos y palpaderos se pueden hacer combinaciones de corrales vivos con estructuras metálicas o con maderas proveniente de bosque cultivados. Un corral convencional puede convertirse en un corral vivo solo con sembrar estacas a su alrededor.
Estos corrales vivos también pueden ser fuente de alimento para los bovinos. El manual ejemplifica que en climas cálidos el totumo o calabazo es excelente fuente de alimento para épocas críticas y se pueden llegar a producir entre 16 y 80 kg de frutos por árbol al año. Para climas fríos, el Tilo puede producir en 2 cortes aproximadamente 16 kg de forraje por cada árbol al año.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero, quien cita como fuente original a: Manual 3 ‘Buenas prácticas ganaderas’
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