Foto: planagro.com.uy
- La gotera esofágica es una condición anatómica presente en los terneros durante las primeras semanas de vida que comunica de manera directa el esófago con el abomaso. Ayuda a que la leche que consume el animal no vaya al rumen.
En razón a que las crías no tienen bien desarrollado el rumen y durante los primeros días después del nacimiento solamente consumen leche, este conducto evita que el alimento vaya a ese comportamiento del estómago, se fermente y genere alguna afección o complicación.
Según el médico veterinario y presidente de la Asociación de Ganaderos de Ubaté, Giovanni Pinilla, la gotera esofágica es una estructura anatómica propia de los terneros que de alguna manera es controlada por el sistema nervioso central.
Como los terneros que recién nacen apenas están aprendiendo a controlar algunas actividades del organismo, los movimientos de la gotera son involuntarios.
Explicó Pinilla que al momento de nacer, el único de los 4 compartimientos del estómago de los bovinos que es funcional, es el último, el abomaso.
Indicó que cuando el ternero toma leche, la gotera esofágica hace un paso directo entre el esófago y el abomaso, impidiendo que el líquido se quede en el rumen o en los otros 2 compartimientos.
Un aspecto que facilita el movimiento de ese conducto es la inclinación y elevación de la cabeza del ternero cuando lo están amamantando.
Cuando la forma de amamantamiento no es natural, es recomendable que el ternero siempre tome la leche con la cabeza hacia arriba, asemejando la acción que hace el ternero cuando se acerca a la ubre de la madre.
También señaló que cuando la cría ingiere la leche con la cabeza hacia abajo, la gotera esofágica puede que no funcione, permitiendo que el líquido se vaya para el rumen.
En razón a que durante los primeros días de vida del ternero, el rumen no es completamente funcional y no tiene como función digerir alimentos como la leche, se pueden ocasionar diferentes tipos de afecciones.
Sostuvo que si la leche se va para la panza, pueden presentarse problemas de diarreas, cólicos, timpanismo, entre otros.
En ese sentido se manifestó el médico veterinario y zootecnista Juan Enrique Toro, quien indicó que los recién nacidos tienden a tener el abomaso (también conocido como cuajar), un poco más grande que los demás compartimientos, porque es el que procesa la leche.
Afirmó que como en las ganaderías orientadas al sector lácteo, la leche es lo que se comercializa, algunos ganaderos deciden quitarle en un muy corto tiempo el ternero a la vaca, este proceso lo que ocasiona es reducir el tamaño del abomaso y agrandar la panza.
Comentó el veterinario que el rumen no está conformado para digerir leche, sino que tiene unas levaduras y bacterias que sirven para la fermentación del pasto. Cuando el líquido llega a este compartimento, se alteran los microorganismos que hay allí.
La gotera esofágica se forma por un reflejo relacionado con la acción de mamar. Una vez que el animal es destetado, la importancia de esta estructura desaparece.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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