Carcinoma ocular
- También conocido como cáncer de ojo o carcinoma de células escamosas, el carcinoma ocular de células escamosas constituye una de las neoplasias más comunes del ganado vacuno. Conozca los síntomas, su diagnóstico y su tratamiento.
El médico veterinario zootecnista y MC, Abner J. Gutiérrez Chávez, en su publicación “Enfermedades oculares de los bovinos”, explicó que tanto la genética como el ambiente pueden predisponer la aparición de esta afección en el ganado.
Por un lado, la pérdida relativa e incluso la falta total de pigmentación en la corneoesclera y circumocular son trastornos hereditarios que aumentan la posibilidad de que se desarrolle esta patología.
Por otro lado, están algunos factores como la exposición a agentes carcinogénicos como los rayos ultravioleta provenientes de la radiación solar.
En el portal Infovets se expuso que el carcinoma ocular es el cáncer más común en el ganado bovino y el de mayores repercusiones económicas. En los mataderos, hace que la mayoría de las reses sean declaradas como no aptas para el consumo.
Al principio, la mayoría de las áreas de carcinoma de células escamosas alrededor del ojo parecen bultos blancos, lesiones pequeñas o verrugas. Estas lesiones se suelen transformar en tumores malignos de color rosado que por lo general presentan ulceraciones.
Estos tumores pueden ser de cualquier tamaño y frecuentemente invaden la estructura del ojo y los huesos y tejidos aledaños. Si se les deja avanzar lo suficiente, se propagan a otras regiones del cuerpo.
Factores de riesgo:
Gutiérrez detalla que existe una alta correlación entre los animales con algunas características fenotípicas como despigmentación del párpado y corneoesclera, con la cantidad de horas de exposición a la luz solar.
También se ha mencionado cierta predisposición de grupos genéticos, debido a que se cree que existe un alto índice para las razas Hereford y Simmental.
Patogenia:
Recordó el MVZ que debe diferenciarse entre la neoplasia benigna y la maligna. Generalmente, los tumores benignos son pequeños, blancos y elevados. La lesión inicial puede encontrarse en la superficie epitelial de la conjuntiva, párpado y cornea.
La lesión se desarrolla en 3 etapas: En las primeras 2, se forma una placa y luego un papiloma, los cuales no son malignos y tienen alta probabilidad de involucionar (hasta en un 80 %). La tercera es la formación del carcinoma de las células escamosas sin posibilidades de regresión.
Es un tumor invasivo cuya metástasis se localiza en los nódulos linfáticos cervicales. Parece no haber mecanismo de resistencia de parte del animal. Una de las características de esos carcinomas es generar un estado de inmunodepresión.
Signos clínicos del carcinoma ocular:
La lesión típica precursora son placas múltiples o únicas, de color blanco grisáceo, rugosas o lisas, con una hiperplasia o hiperqueratosis. Las placas se pueden desarrollar dentro de papilomas y acantomas ubicados en la piel de los párpados.
La lesión clásica de carcinoma es un nódulo de tamaño grande, irregular, necrótico con fuerte olor apestoso. El animal tiene cerrado el párpado permanentemente dado que es frecuente la presencia de alguna lesión. Existe secreción lagrimal profusa e incluso purulenta.
Patología clínica:
La diferenciación clínica entre un tumor benigno y uno maligno es difícil, por lo que se recomienda realizar una citología y/o biopsia para un diagnóstico definitivo.
Tratamiento:
Cuando sea posible, las lesiones deben ser atendidas de manera temprana. No obstante, no todas las lesiones identificadas requieren tratamiento por ser alteraciones precursoras y que en su mayoría involucionan de forma natural (30-50 % hasta un 80 %).
Detallar la naturaleza de las lesiones, pues si son bien localizadas y pequeñas (benignas), al realizar algún tratamiento local, sistémico e inclusive quirúrgico, este podrá ser exitoso, pero si son malignas, el pronóstico no es favorable.
En efecto, para lesiones que involucran diferentes tejidos y estructuras oculares y se consideran malignas, la resección quirúrgica no sería una solución efectiva pues se ha observado nuevamente la formación de otras lesiones similares.
Existen otras terapias que de alguna forma se han utilizado en contra de estas patologías, como la inmunomoduladora, la radioactiva y la quirúrgica, que dependiendo de la magnitud de las lesiones involucrará una enucleación.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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