Intersiembra

Intersiembra de forrajes. Foto: researchgate.net
- Sembrar 2 variedades de forraje en una misma pradera puede ser beneficioso para una mejor conversión de alimento.
Así lo planteó en una charla de TVAgro, John William Londoño, técnico de Agrosemillas, en la que indicó que en la actualidad ya no se trabaja mucho en relación con los tiempos de pastoreo y de descanso sino con las alturas de entrada y salida de los animales porque se conocen los picos máximos en los que se va a tener el mejor resultado en nutrición, a veces sin esperar un forraje muy grande porque se llenaba el animal pero no se nutría.
En relación con las variedades a sembrar es importante considerar la altura sobre el nivel del mar en donde se localiza la finca y las condiciones propias del suelo porque no todos los materiales responden de la misma forma.
Por ejemplo, el señor Jenaro Cifuentes Puentes, es un pequeño ganadero de San Pedro de los Milagros en Antioquia, que corresponde al trópico alto y allí su experiencia con la intersiembra de kikuyo y raigrás de clima frío le ha dado resultados muy satisfactorios porque a las vacas les gusta mucho ese pasto, aumenta la producción de leche y los sólidos con lo cual mejora su precio.
Desde el año 2003 es productor ganadero con un hato de 30 vacas con promedio de 17 litros en 2 ordeños, innovando y saliendo adelante.
Dentro de las recomendaciones para esta clase de forrajes, son periodos de descanso de 20 a 25 días principalmente cuando es monocultivo, pero cuando es con intersiembra puede ser mayor tiempo como en el caso de esta finca donde el pastoreo es entre 35 y 40 días.
Igualmente, debe tenerse en cuenta que se trata de un pasto semiperenne con una durabilidad entre 3 y 6 años aproximadamente, según el manejo que le realice el propietario de la finca.
Otra de las características del raigrás es su resistencia a heladas frente al kikuyo que es resistente a los veranos prolongados, de manera que con esa asociación se puede disponer de pasto permanentemente.
El raigrás es un pasto tetraploide y el kikuyo es diploide. Una característica del primero es que tiene el forraje mucho más grueso lo que garantiza una mayor biomasa por hectárea/año. Además es un pasto más palatable y tiene un nivel de proteína entre 22 y 26%.
Otro caso es el de Juan José Velásquez, encargado de una hacienda ganadera que se encuentra a 1.000 metros sobre el nivel del mar donde se tiene ganado BON.
Allí se tienen 2 especies como son Brizantha Marandú y brachiara decumbens, debido a la adaptación y la facilidad que tiene su introducción al medio, manejadas siempre en asocio para mayor cobertura y control de plagas.
Según explicó, la Brizantha Marandú crece en matojos mientras que la brachiara decumbens hacia arriba y es invasiva, entonces se aprovechan con la segunda los espacios que deja la primera y lo que hace el animal es caminar menos y se nutre mejor porque tiene mayor disponibilidad de forraje. Además estas pasturas son muy palatables.
Es una pastura que tiene amplia cobertura sobre el suelo, lo que es muy importante para evitar la erosión. Es de rápido crecimiento aún en suelos deficientes y permite tener los bovinos en muy buenas condiciones productiva y reproductiva.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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