Muerte súbita
Muerte súbita. Foto: defrentealcampo.com.ar
- Los casos de muerte súbita se deben abordar con exhaustivas preguntas sobre los antecedentes y una detallada reseña histórica, además de valorar conocimientos y eventos epidemiológicos locales y regionales.
Así lo planteó Pablo Javier Lorenzo, Médico Veterinario de Laboratorios Calier Latam, quien manifestó que la intensificación de los sistemas productivos ganaderos para optimizar los recursos y la rentabilidad de la producción, ha derivado en una mayor prevalencia de patologías que podrían englobarse dentro del término tecnopatías.
Explica el profesional en artículo publicado en infortamboandina.co, que lo que se conoce como muerte súbita en el ganado no define una causa de muerte, sino que es una forma de presentación de unas enfermedades donde la muerte se presenta sin manifestaciones clínicas previas.
Por la presentación repentina de muertes en goteo o en masa, es el diagnóstico diferente entre varias patologías de similar presentación postmortem lo que generalmente dificulta las acciones del ganadero o del veterinario de la finca.
Algunas de las patologías que conforman el complejo muerte súbita son: Carbón bacteridiano (Ántrax, Carbunclo o Carbunco); Carbón sintomático (Gangrena o Clostridiosis Mancha); Enterotoxemias (Clostridiosis) Tétanos; Rabia bovina ;Botulismo; Babesiosis; Fiebre de garrapatas; Tripanosomiasis, Anaplasmosis; Plantas tóxicas; Meteorismo; intoxicación por nitritos y nitratos o glucósidos cianogenéticos; deficiencia de minerales: fósforo (P), cobre (Cu) y cobalto (Co); deficiencia de tiamina, lesiones neurológicas asociadas a virus (herpesvirus); mordeduras de serpiente; fulminación por rayo; pesticidas; golpe de calor y, aplicación inadecuada de insecticidas o garrapaticidas.
Así mismo, indica que la identificación del agente causal de la muerte súbita se dificulta por diferentes razones, la principal es que cuando es consultado el veterinario y llega a la finca, ya es muy tarde y son varios los animales que como se dice se “perdieron con cuero” y por otro lado, en América Latina no se cuenta con una cantidad suficiente de “Laboratorios de Diagnóstico Veterinario Regionales” que permitan el muestreo y envío de materiales acondicionados de manera adecuada como para efectuar un diagnóstico rápido.
Por eso debe realizarse un examen general del lote de animales vivos que estaban en el mismo lugar donde sucedieron las muertes, observar si hay animales con sintomatología (cojeras, fiebre, posiciones anómalas) para examinarlos en detalle en la búsqueda de signos clínicos que puedan conducir a un diagnóstico. En caso de encontrar un animal con sintomatología clínica que implica una situación terminal, puede plantearse el sacrificio para la toma de muestras y su posterior envío al laboratorio.
Siempre en los casos de muertes, lo primero que debe hacerse es un traslado de los animales que permanecen vivos a otro potrero evitando un desplazamiento excesivo y nunca hacerlo en horas pico de calor. Si el ganado está recibiendo alimentación a base de silos o “leguminosas peligrosas”, suspenderla inmediatamente y aplicar el mismo criterio con las fuentes de suministro de agua y sustituirla por otra, pues al igual que un fardo o un silo, puede estar contaminada con una carniza de un animal y desencadenar un brote de Botulismo.
Para tener una idea del impacto que tiene este complejo de muerte súbita en la producción pecuaria, se considera que de un promedio de mortandad del 3% anual en las ganaderías comerciales, una tercera parte se debe a muertes causadas por enfermedades clostridiales.
Sin duda las clostridiosis en sus 4 presentaciones son las que lideran la causalidad de las muertes en los sistemas de producción bovina, ya sea de carne o de leche. Lo insólito es que se estima que en Latinoamérica tan solo el 50% de los ganados reciben una protección adecuada mediante la aplicación de biológicos específicos (vacunas) contra estas enfermedades.
Las 4 presentaciones de enfermedades clostridiales son del músculo, del sistema nervioso, del intestino y del hígado, cada una de ellas con su agente causal y una patología en parte definida.
Ante esta situación, lo más recomendado es prevenir la ocurrencia de brotes de mortandad mediante vacunas comerciales que contengan los clostridios o sus toxinas más comunes e inmunizar estratégicamente al hato.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
Con el patrocinio de:
Ventiladores industriales para el agro
Pisos de caucho vulcanizado para salas de ordeño