Parásitos
- El contexto actual muestra que existe resistencia y baja eficacia de los antiparasitarios, por lo que es importante establecer estrategias que permitan un apropiado control de la parasitosis gastrointestinal.
El control de los parásitos gastrointestinales es una tecnología de costo bajo y alto impacto. Las prácticas de control parasitario varían de acuerdo con la escala del establecimiento, la gravedad del problema, la zona del país, los tipos de recursos forrajeros, el planteo de recría, la genética, entre otras. (Lea: Resistencia de los parásitos a los antiparasitarios)
Para la especialista en ciencias veterinarias de la Estación Experimental Agropecuaria Colonia Benítez del INTA, Victoria Rossner, cuando los antiparasitarios se utilizan de forma inapropiada, se reduce su efectividad y generan resistencia de parte de los parásitos.
Según explicó la especialista, en actual el contexto de resistencia y reducida eficacia de los antiparasitarios son importantes 2 conceptos: la rotación adecuada de principios activos y la desparasitación solo cuando las cargas parasitarias lo requieran.
Resaltó Rossner que para evitar la resistencia a la enfermedad, debe establecerse una estrategia que comprenda la eliminación de la ocurrencia clínica de la parasitosis, la reducción de las pérdidas subclínicas en categorías en crecimiento, y mantener la eficacia de los antiparasitarios.
Precisó que los protocolos de control deben contemplar muestreos periódicos de materia fecal para realizar el recuento de huevos de parásitos (HPG), sobre todo en los animales menores de un año y en las épocas con mayor riesgo parasitario, que son el invierno y el otoño.
Con los resultados de los muestreos se establece un esquema de tratamientos estratégicos antiparasitarios de acuerdo con las cargas parasitarias de los animales y la eficacia de las drogas, que permite determinar el principio activo a emplear en cada situación.
Según Rossner, en invierno las condiciones son más favorables para el desarrollo de parásitos, donde el destete, los tratamientos sanitarios y de castración y los traslados determinan que es el mejor momento para iniciar el programa.
Para la especialista, es fundamental contar con el asesoramiento veterinario, disponer de una evaluación previa de los antiparasitarios, para conocer si hay resistencia a alguna droga en la explotación ganadera, y utilizar las drogas de acuerdo con la época del año y la epidemiología parasitaria.
Señaló Rossner que en este sentido, el esquema de trabajo establece un primer control antiparasitario al destete, es decir, el control de la carga de parásitos en el lote, con el recuento de huevos de parásitos a 10 o 15 animales, y observar el resultado luego de desparasitar con el test de reducción de conteo de huevos. Agregó que es importante no iniciar el esquema con avermectinas, y elegir otro principio activo.
En segundo lugar, la especialista subraya que debe controlarse el lote por lo menos una vez en otoño y efectuar en ese momento un segundo tratamiento, en el cual es importante no utilizar la misma droga del tratamiento del destete.
Aseguró Rossner que en general, no se requiere desparasitar en invierno en situaciones de adecuada disponibilidad de forraje y régimen de lluvias habitual, pero en primavera debe volverse a controlar la carga de parásitos y desparacitar según la necesidad con un tercer principio activo.
Por último, en el verano, en categorías de recría (hasta los 2 años), es necesario el control y la desparasitación cuando así lo indique el recuento de huevos de parásitos.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero, Quien cita como fuente original a INTA.
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