Actinobacilosis

Actinobacilosis bovina. Foto: motivar.com.ar
- También conocida como lengua de palo o de madera, es una enfermedad caracterizada por producir lesiones en la boca de los animales domésticos. Conozca qué tratamiento se puede aplicar para el alivio de esta patología de ocurrencia mundial con presentación esporádica.
La actinobacilosis hace parte de las enfermedades orales conocidas como estomatitis. Es producida por el agente Actinobacillus lignieresii y genera molestias que le impiden al animal comer de forma normal ocasionando pérdidas productivas.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista Plan Agropecuario de Uruguay, se trata de una enfermedad cuyo inicio frecuentemente es agudo, en el que los animales dejan de comer.
El texto, escrito por el MSc Alejandro Saravia, explica que la lengua se encuentra dura e inflamada, y en ocasiones se deforma, razón por la cual se denomina “lengua de palo”. Afecta tejidos blandos y genera dificultad para tragar, debido al dolor intenso.
Tratamiento:
El experto recomienda la actuación de un profesional en etapas tempranas de su aparición para definir la situación y establecer la estrategia a seguir para minimizar su impacto.
En estos casos es crucial el aislamiento de los animales enfermos para prevenir la propagación de la infección, evitando la contaminación de los lugares comunes de los animales, como potreros, comederos, bebederos, saleros, entre otros.
Respecto a los animales que presentan sintomatología, se suele utilizar productos con base en yoduros, principalmente yoduro de sodio.
Normalmente el tratamiento lleva a una evolución favorable en un tiempo de 1 a 2 días, sobre todo si se implementa en etapas tempranas. A pesar de que los yoduros poseen bajas propiedades bactericidas contra A. lignieresii, ayuda a reducir la reacción fibrosa de los tejidos.
Ello redunda en el mantenimiento y la recuperación de la funcionalidad de los tejidos, evitando consecuencias más graves. No obstante, presentan la dificultad que se deben aplica por vía intravenosa y de manera lenta, lo que puede generar algunas reacciones no deseadas.
Por esta limitante de los yoduros, el control de la bacteria puede complementarse con antibióticos para detener la infección, como tetraciclinas, eritromicina y estreptomicina.
Por último, se deben considerar las medidas de control de los factores ambientales que ocasionan las lesiones bucales e impedir la diseminación de bacterias a partir de los bovinos con síntomas.
En síntesis, la identificación temprana de animales enfermos así como la puesta en marchas de los tratamientos y las medidas de control recomendadas contribuyen a una menor propagación del agente infeccioso.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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