Síntomas
- De manera constante es muy importante estar atentos a los síntomas que pueda presentar el ganado para la prevención de enfermedades y evitar mayores costos de producción.
Generalmente un animal enfermo muestra síntomas que son manifestaciones del mal que lo afecta y de los que hay que estar muy pendientes para actuar de forma correcta y oportuna.
Según lo afirma el médico veterinario Ricardo Arenas, en un capítulo del Manual Práctico Ganadero de la Federación Colombiana de Ganaderos, cualquier enfermedad que sea detectada de forma temprana tiene muchas posibilidades de tratarse y preservar la salud y la vida del animal con menos sufrimiento, una recuperación más rápida y menores costos de producción.
En la enfermedad se aprecian signos que indican alteraciones de la salud del animal y es así como se observan cambios en su comportamiento como falta de atención al entorno o somnolencia, separarse de la manada, permanecer echados sin ponerse de pie a pesar de acercarse a ellos, rechazo a la movilidad, nerviosismo excesivo y marcha irregular.
Igualmente se afecta su fisiología o el funcionamiento del organismo por lo que se pueden identificar detención de la rumia, hocico y ollares secos, incremento de la temperatura corporal, cambios en la producción de leche de forma brusca, debilidad, falta de apetito, diarrea o heces muy duras y dificultad para defecar.
Constantes fisiológicas:
Es importante evaluar los signos vitales o constantes fisiológicas porque ayudan a establecer si se presenta una condición fuera de lo normal o una emergencia.
Todo eso es fundamental para reportar al médico veterinario sobre la condición del animal. Por ello es indispensable que en las fincas el personal responsable de los animales tenga claridad sobre la técnica de medición y de los valores normales de las diferentes constantes.
Entre las constantes fisiológicas básicas se encuentra la temperatura corporal, que si se encuentra por fuera de los valores normales, es indicativo de enfermedad. En los bovinos esta medición se efectúa vía rectal mediante un termómetro veterinario.
Es importante anotar la temperatura que indica el termómetro para informarle al veterinario y compararla con los parámetros normales. La temperatura normal de los bovinos adultos está entre 37,7 y 38,5 grados centígrados y la de los terneros hasta de 1 año entre 38,5 y 39 grados centígrados.
Otro parámetro a considerar es la frecuencia respiratoria, o sea, el número de veces que el animal inhala y exhala en 1 minuto. Puede determinarse observando los movimientos del tórax y del abdomen del animal.
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Esto lo confirma el médico veterinario en el examen clínico utilizando el estetoscopio sobre la región pulmonar, pero es importante tener la revisión previa para informarle al profesional. Una frecuencia respiratoria normal es entre 10 y 30 respiraciones por minuto.
Así mismo, es importante revisar el pulso o frecuencia cardiaca que se determina como el número de veces que se contrae el corazón para impulsar la sangre durante 1 minuto. Puede tomarse en cualquiera de las venas superficiales, pero si se hace en la yugular es más fácil. En los bovinos, las pulsaciones normales deben estar entre 80 y 120 latidos por minuto.
Tanto la frecuencia respiratoria como la cardiaca pueden tomarse por un tiempo menor a un minuto.
Una vez está claro que el animal se encuentra enfermo, debe informarse al médico veterinario y mientras este llega, deben evitarse los riesgos, preservar la seguridad de los trabajadores apartando de inmediato el animal o los animales enfermos para que no tengan contacto con los animales sanos y verificar todos los lotes para confirmar que no haya más animales enfermos.
Igualmente se debe observar la condición corporal del animal, el consumo de alimentos, el desplazamiento detectando posibles cojeras, pelo erizado, bramidos constantes y rechinamiento de dientes, que se deben informar al veterinario.
La medición de las constantes fisiológicas debe realizarse mínimo 2 veces al día hasta que llegue el profesional.
Si se tiene la sospecha de la presencia de una enfermedad de control oficial, como fiebre aftosa, tuberculosis, brucelosis o rabia es indispensable informar de forma inmediata al ICA como autoridad sanitaria competente.
Fuente:
Adaptado de CONtexto ganadero.
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