La revista Agronegocios en su publicación correspondiente al período comprendido entre el 14 y el 27 de agosto de 2013, publica un artículo en el que explica los efectos que tienen las condiciones climáticas en los niveles de producción láctea en la industria ganadera.
De acuerdo con la publicación, diferentes estudios en el sector agropecuario han permitido identificar la relación directa que existe entre las condiciones climáticas propias de una región y los niveles productivos de los animales. En ese escenario, los ganaderos que se dedican a la producción de leche son algunos de los más afectados, puesto que, en condiciones climáticas extremas, la producción de leche se puede reducir hasta en un 50%, en el caso de que no se le hayan garantizado las condiciones ambientales adecuadas al hato ganadero.
Como muestra de ello, destaca el estudio del veterinario y profesor Andrés Martínez, “Efectos climáticos sobre la producción del vacuno lechero: estrés por calor”, según el cual, algunos animales no logran la adaptación a las condiciones climáticas a partir de los 25°C, comenzando a reducir sus rendimientos. Es así como, de 20,1 kg. de leche que se obtienen en el día, en temperaturas de -16°C, la producción disminuye hasta unos 11 Kg. en climas de 40°C.
Esta reducción es debida al estrés que se genera por temperaturas altas, una de las preocupaciones principales para los ganaderos, pues bajo estas condiciones, el ganado, además reduce su masa corporal y el peso de las crías, al no consumir suficiente alimento y no generar abundante grasa corporal. Como la señala el zootecnista Filippo Rapaioli, “La temperatura promedio es de 38°C. A partir de ahí, el animal está expuesto a sufrir por el estrés calórico”.
Efectos del frío
Así como el calor tiene un gran impacto en la producción, el frío deja su rastro en los animales, pues requieren un mayor gasto de energía para mantener el calor corporal. En el caso de los bovinos que no adaptan su pelaje para resguardarse de las temperaturas bajas, tienden a ser animales sedentarios para no exponerse a los efectos del frío. Debido a ello, disminuyen el consumo de alimentos y de líquidos, por lo que baja la composición corporal, así como los niveles de producción de leche. Consecuentemente, al producirse menor cantidad de leche, menos alimento pueden tener los terneros y más baja será la composición de los animales destinados para la producción de carne.
Fuente: Agronegocios.
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