Foto: Mauricio Olaya Forero.
Los pastos han sido cruzados para tener variaciones con mayor eficiencia en cuanto a nutrición para el ganado, sea en pastoreo directo, corte, heno o silo. En la Sabana de Bogotá han sido usados raigrases tetaploides que cumplen esas funciones en sistemas de lechería especializada.
Se encuentran los raigrases ingleses, cuya principal característica es la de tener mayor resistencia pero no se destacan por su alta calidad, y los italianos, de mejor valor pero no tienen la larga duración de los anteriores.
Ante ello, ambos se han cruzado para buscar un vigor híbrido, con lo que se varían sus cromosomas hasta obtener una variación tetaploide que potencializa sus mejores valores en un solo pasto.
El ganadero en Tausa (Cundinamarca), Mauricio Olaya Forero, desde hace más de 30 años utiliza raigrases tetaploides en sus sistemas conjuntamente con pastos nativos para disponer de una cobertura alimenticia mixta que favorece la producción de leche de su hato Simmental, Holstein y rojo Noruego.
Su elección de los pastos tetaploides procedentes de Europa fue debida a que se adaptaban a las características ambientales de la Sabana de Bogotá, donde acondicionó dos clases de híbridos para obtener una mejor respuesta nutricional en su ganado.
Así es como sembró el tetaploide anual, que da mejor resultado como pasto de corte, según manifestó el productor, al ser una pastura de gran calidad que no responde muy bien al pastoreo. Sostuvo que por sus condiciones es más funcional de esta manera.
De igual manera sembró otra clase de tetaploide perenne o intermedio que da una mejor respuesta en pastoreo directo. Este tiene hojas pequeñas, mientras que el raigrás anual se caracteriza por tener hojas largas y anchas, lo que lo hace muy palatable.
Los raigrases tienen rango entre 18 y 20% de proteína pura, digestibilidad del 75%, promedio de energía en lactancia entre 1,2 y 1,5 megacalorías por Kg., con lo que se tiene un excelente alimento, afirmó el productor, quien recalcó también que todos estos valores se sostienen si se maneja una fertilización adecuada y óptima humedad.
Además indicó que el recurso hídrico es requerido por todo tipo de pastos. Por ejemplo, los raigrases necesitan entre 700 y 800 milímetros de agua por año, por lo que en muchas regiones del país las condiciones ambientales no son las más adecuadas para este tipo de pasto.
Por ello, Olaya Forero realiza siembras en la época de mayor ocurrencia de lluvias, con lo que se mantiene el suelo en buen estado, al evitar su compactación y la pérdida de materia orgánica.
Resaltó el ganadero que en su hato lechero no solamente se consumen los tetaploides. En su predio maneja otras especies para tener variabilidad nutricional, con lo que ha podido establecer rumia en el 50 % de su hato, lo que indica su buen estado de salud.
El ingeniero agrónomo, José Carlos Marrugo, expresó que en todo suelo es fundamental la fertilización si se busca la presencia de los minerales que serán transportados al pasto que consumirán los animales.
Por su parte, el zootecnista y experto en nutrición de ganado de leche, Alex Gutiérrez, complementó que las pasturas son el alimento base de los rumiantes, pero el potencial nutricional que se pueda sacar de ellas siempre dependerá de su adecuado cuidado.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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