Parasitismo gastrointestinal

Parasitismo gastrointestinal. Foto: conduccioneficiente.tv
- Las variaciones de las condiciones ambientales y las pasturas contaminadas favorecen y facilitan el desarrollo de parásitos gastrointestinales en los bovinos, lo que representa un reto en las ganaderías por las afectaciones que tienen en la salud de los animales.
Las parasitosis gastrointestinales pueden ocasionar deterioro en la condición corporal, reducción de la producción, enfermedades clínicas y/o subclínicas, muerte, entre otros.
El médico veterinario, epidemiólogo Bernardo Guerrero, explicó que el parasitismo es más severo en la medida en que son más jóvenes los animales, puesto que la juventud está relacionada con la inmadurez del sistema inmune.
Según indicó, como el animal joven es inmaduro, relativamente rápido se carga de parásitos puesto que su sistema inmune se ha desarrollado para hacerle frente y protegerse de estos organismos.
De acuerdo con Guerrero, para disminuir el reto de una carga de parásitos es recomendable emplear estratégicamente antiparasitarios en momentos donde se aprecia un estrés, pues este representa una disminución de la capacidad inmunológica del animal, por ejemplo en el pre destete y pre servicios.
En relación con los adultos, explicó que es necesario espaciar este tipo de tratamientos hacia épocas dónde podrían aumentar los riesgos, como el posparto.
Asimismo dijo que es indispensable tener muy buenos planes de nutrición y mantener a los animales con manejos que les permitan una menor exposición a los parásitos.
El también veterinario Marino Valderrama afirmó que los cambios de clima también ocasionan dificultades para los bovinos.
Expresó que los animales dejan de beber durante los primeros días, hasta que por la sed lo hacen poco a poco, ocasionando un desequilibrio nutricional que favorece el desarrollo del parasitismo gastrointestinal y, como consecuencia, diarreas por el aumento de la deshidratación.
Estas son las 5 recomendaciones:
- Ofrecer una buena alimentación a los animales.
- Emplear desparasitantes de forma estratégica que contengan compuestos a base de Fenbendazol, Albendazol, Oxfendazol, Levamisol, entre otros.
- Desparasitar o revisar muy bien cualquier animal que se vaya introducir a la finca, pues en ocasiones se desconoce el control parasitario que reciben en su lugar de procedencia.
- Revisar la condición corporal de los animales del potrero y verificar la posible presencia de huevos en las heces.
- Mantener siempre el potrero limpio y seguro.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero
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