Laminitis
Laminitis. Foto: StallionMexSearch
⦁ La laminitis es la hinchazón de la lámina del casco que puede generar un problema frecuente en los equinos. Conozca por qué se ocasiona, cuáles son los síntomas y el tratamiento que debe aplicarse para aliviarla antes de que sea más grave y se presenten complicaciones.
La Laminitis consiste en la separación de la pared del casco de la falange distal, que normalmente se conoce como hueso del casco, tercera falange o hueso pedio, similar al hueso de la punta del dedo central de los humanos.
Igual que con las uñas de los humanos, la pared del casco estás ellada fuertemente al hueso del casco con una unión de piel y epidermis. La unión entre la pared del casco y el el hueso es lo que impide que el peso del cabello (cerca de 500 kg) saque al hueso de la parte de debajo de la suela.
La unión debe ser lo suficientemente fuerte para soportar la presión que soporta el casco al galopar y lo suficientemente flexible para permitir que crezca la pared del casco.
Para que la resistencia de esta unión sea máxima, se conecta por varios cientos de pliegues conocidos como láminas. Estas están formadas por células vivas con abundante suministro de sangre y nervios, que pueden deteriorarse y provocar la aparición de enfermedades como la laminitis.
Entre las causas de la Laminitis se encuentran los trastornos digestivos por cambios bruscos en la dieta o sobrecarga de granos, consumo de forrajes frescos antes de que el equino haya tenido tiempo para adaptarse, cólicos, liberación de toxinas en el torrente circulatorio, beber agua muy fría cuando están muy fatigados, retención de placenta en las yeguas, traumatismos constantes o sobrecarga en una extremidad por la alteración de los aplomos.
Los factores de riesgo que aumentan la susceptibilidad de los caballos a padecer la enfermedad van tanto desde el sobrepeso y las dietas excesivas, como la predisposición en las razas muy pesadas como los caballos de tiro.
Otros factores incluyen: falta de ejercicio que puede derivar en obesidad del animal, excesivos golpes de las pezuñas en superficies duras como pisos de concreto, estrés ocasionado por al transporte, antecedentes de Laminitis o formación deficiente del casco.
Los síntomas son: calor en el casco, cojera, dolor cuando se aplica presión, aumento del pulso digital, resistencia al andar o caminar con pasos cortos y rápidos, posturas antiálgicas para alivar el dolor, o tumbarse en el suelo cuando se presentan molestias en las 4 extremidades.
El tratamiento debe aplicarse tan pronto se presentan los primeros síntomas, pues entre más pronto se inicie, mejor será la recuperación. Este va desde la restricción absoluta de la dieta, aplicación de frío y la estabulación en suelos blandos.
Recuerde que no deben aplicarse medicamentos hasta contar con la prescripción de un médico veterinario.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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