Estrategias
Foto: zoovetesmipasion.com
- Con la llegada de las altas temperaturas, el paisaje agrario se tiñe de un desafío para los productores ganaderos: el estrés térmico en los bovinos. En este artículo se exploran las estrategias para enfrentarlo y mantener una ganadería resiliente al calor.
En esta época, las altas temperaturas ponen a prueba la capacidad de adaptarse de las especies ganaderas. Ante este panorama, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa), explica una serie de estrategias vitales para proteger los ganados y garantizar su bienestar en condiciones extremas.
El estrés calórico, es una respuesta adaptativa del cuerpo del animal a los desafíos ambientales, que se presenta cuando las condiciones del ambiente superan su zona termoneutral.
Ante este escenario, el Senasa afirma que los animales muestran cambios fisiológicos y de comportamiento como la reducción de la actividad física, el aumento de la frecuencia respiratoria, la disminución del consumo de alimento y el aumento del consumo de agua, entre otros.
Los impactos del estrés calórico no se reducen al bienestar animal; pueden ocasionar disminución del consumo de alimento y de eficiencia alimenticia, pérdida de peso y de condición corporal, deterioro del desempeño y de los índices reproductivos, aumentos de los riesgos de enfermedades y una mayor tasa de mortalidad.
El riesgo de estrés calórico varía de acuerdo con factores propios del animal como edad, color y largo del pelo. Destaca el Senasa que los animales más afectados son aquellos con mayor cantidad de grasa corporal y los de pelaje negro en etapas de terminación.
La alimentación también influye en el riesgo del golpe de calor. Pastorear pasturas tóxicas y administrar raciones hipercalóricas aumentan dichos riesgos.
Por esto, el Senasa plantea diversas estrategias prácticas.
Recomendaciones:
- Proporcionar espacios de sombra suficientes, preferiblemente con árboles, para atenuar la radiación y la temperatura del aire.
- Asegurar acceso a agua limpia, fresca y abundante, controlando el caudal y la presión en los periodos de calor extremo.
- Evitar manejos estresantesy planificar todas las actividades para minimizar la permanencia en corrales y mangas.
- Adecuar la alimentación, con atención especial a la presencia de hongos productores de ergoalcaloides en pasturas. Estos son metabolitos secundarios producidos por hongos y que pueden producir intoxicación en los animales.
- Refrescar la finca en los momentos de temperaturas elevadas, mediante métodos adecuados y consultando los pronósticos del tiempo.
Finalmente, en casos de dudas, se recomienda consultar al veterinario de confianza. Cumplir con el bienestar animal es una ventaja tanto para los bovinos como para el productor, además de ser un compromiso esencial en la actividad pecuaria.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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