La mastitis bovina es la afectación patológica que genera mayores pérdidas económicas en el ganado lechero, superando ampliamente las originadas por infertilidad y otros problemas de la reproducción. En los últimos años, su control es uno de los procesos de mayor importancia de la medicina bovina.

 La mastitis es la inflamación de la ubre, que puede ser causada por infecciones o lesiones (específicamente de los pezones), por disturbios de tipo metabólico o bien por los cambios fisiológicos que se asocian con la terminación de la etapa de lactancia.

Los agentes que dan origen a esta patología, son los contagiosos como el grupo de Streptococcus agalactiae y Aureus, así como los medioambientales, en los que se destacan Echerichia coli y Klebsiella.

Para su control, el Centro Experimental Pachuca del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México, recomienda seguir los siguientes pasos:

1.    Uso y mantenimiento y de los equipos de ordeño.

– Tener en cuenta las recomendaciones del fabricante para el adecuado funcionamiento del equipo.

– Asegurarse de que los equipos de ordeño tengan el tamaño adecuado para el manejo del número de vacas.

– Antes de cada ordeñada, desinfecte los equipos con cloro al 1% y lávelos al final de cada ordeñada.

– Cambie las boquillas cada 1,200 ordeños.

2.    Utilizar adecuados procedimientos de ordeño.

– Siempre lave cada ubre con una solución desinfectante tibia y preselle con cloro al 0,5% durante un tiempo de 30 segundos.

– Seque bien los pezones y la ubre con toallas de papel.

– Vierta los primeros chorros de leche en un tazón con fondo obscuro y observe la posible presencia de grumos. Evite los deslizamientos o rechinidos, ajustando o alineando el equipo de ordeño.

– Evite el escurrimiento al máximo del equipo al final del ordeño.

– Inmediatamente después de quitar la maquina, utilice un sellador efectivo.

3.    Manejo de la vaca seca.

– Reduzca la producción de leche hasta menos de 15 a 20 It. por día, antes de secarla.

– Use el método de secado súbito y un tubo secador comercial por cuarto, luego del  último ordeño.

– Selle primero y desinfecte después la punta del pezón con un algodón humedecido en alcohol.

– Como medida preventiva, durante una semana, selle diariamente los pezones después del secado y antes del parto.

– Si tiene vacas a las que su secado le dure más de 90 días, utilice tubos secadores cada 45 días.

– Si el hato tuviera mastitis clínica en vacas de primer parto, use tubos secadores 15 durante días antes del parto.

4.    Tratamiento oportuno y adecuado  de mastitis clínica durante la lactancia.

– Desinfecte la punta de cada pezón con algodón y desinfectante, previo a la aplicación de cualquier infusión en la ubre.

– Utilice jeringas desechables, en lugar de las multidosis. Así mismo, la introducción de la punta de la jeringa en el pezón debe ser parcial.

-Sea cuidadoso en el uso de los productos, revisando las fechas de almacenamiento y su vencimiento. 

5.    Desechar las vacas con infección crónica de mastitis.

– Cuando existan en su hato vacas que han sido tratadas por largos períodos y no hayan respondido al medicamento es preferible desecharlas.

– Si al hacer un análisis clínico se detecta que existen vacas con conteo de células somáticas por encima de 500,000 células por mililitro de leche, deséchelas.

– Cuando vaya a introducir vacas nuevas al establo, revise la información individual de mastitis, sepárelo del hato y realice un análisis de laboratorio.

6.    Llevar registros.

-Realice la prueba de California cada semana y lleve el registro de la información.

– Lleve los registros por cada vaca, anotando número de identificación, fecha, tratamiento, cuarto afectado, vía de administración, producto utilizado, días de tratamiento y tipo de mastitis.

7.    Mantener un ambiente limpio.

– Preocúpese por mantener limpio el sitio de descanso de las vacas.

– Limpie y desinfecte las áreas de descanso, mediante la utilización de cal.

– Evite  sobrepoblaciones de animales en los corrales.

8.    Observar frecuentemente el estado de salud de la ubre

-Revise los pezones diariamente, durante el ordeño, especialmente la punta,  con el fin detectar alguna lesión.

– Tome pruebas de leche de vacas sospechosas y remítalas al laboratorio para su análisis.

– Realice la prueba de California para el monitoreo de las vacas sospechosas.

– Revise o palpe frecuentemente los cuartos de forma individual.

9.    Revisar periódicamente del programa de control de mastitis.

– Designe a una persona para la realización de las pruebas de California.

– Capacite de periódicamente a los ordeñadores en el manejo y cuidado  de la ubre.

– Analice de manera periódica los registros en forma individual, por cuarto.

10.  Determinar metas para la salud de la ubre.

– Revise cada mes los registros que lleva cada ordeñador para las pruebas de mastitis y defina objetivos para reducirla.

– Califique la efectividad de los tratamientos y el porcentaje de curación.

Fuente: Centro Experimental Pachuca del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México.

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