Comportamiento de terneros
- La observación de campo es la herramienta de los ganaderos para analizar si los animales más jóvenes tienen las condiciones ideales para su crianza o si se presenta algún factor que está afectando su desarrollo.
Que un ternero sea manso, temeroso, o que esté echado, deprimido o inquieto depende de la alimentación, la sanidad y su manejo, pues estos componentes pueden determinar su comportamiento de forma positiva o negativa.
El médico veterinario y zootecnista, especialista en nutrición de rumiantes, Felipe Aristizábal Henao, explicó que la actitud de un ternero puede variar dependiendo de que tan adecuados sean el manejo, la sanidad y la nutrición y que tan integrados estén estos aspectos. (Lea: 9 pilares para criar terneros saludables).
Para el caso sanitario, explicó que existen tablas de evaluación que permiten el análisis de la actitud del ternero, donde se revisan si el animal se nota sediento se revisa el grado de hidratación, si se encuentra deprimido, se analiza la temperatura, el score de la bosta (si el estiércol está diarreico), la posición de las orejas, entre otros.
Anotó que estas tablas permiten realizar una calificación con la que se pueden tomar decisiones para el bienestar del animal.
Precisó que para mantener un ternero sano se requiere lograr que tenga una buena inmunidad y un bajo reto de campo, es decir, bacterias, virus, hongos u otros.
Para el experto, la primera y gran oportunidad para empezar con terneros sanos es la adecuada toma del calostro, en el tiempo y calidad correctos. Con esto se aumenta la inmunidad pasiva, o sea, las defensas del animal.
Si además del buen suministro del calostro, se le realiza al ternero una buena curación del ombligo y este no permanece en lugares húmedos o sucios, son menores los factores que pueden afectar su comportamiento.
En el tema de alimentación, indicó que todo lo que haga el empresario ganadero desde el punto de vista de nutrición, brindando una adecuada alimentación, agua suficiente, sales mineralizadas y demás, conducirá a que el animal tenga un buen desarrollo.
Según Aristizábal Henao un ternero sano presentará un comportamiento alegre, actitud curiosa, las orejas paradas y los ojos más vivaces.
Por su parte, una ternera con diarrea o deshidratada presenta letargos y va a estar echada y débil. Un animal joven expuesto a humedades en tierras frías presenta calambres y temblores.
En cuanto al manejo, el MVZ dijo que en el campo hay un dicho que afirma: “muéstrame tus animales y te diré que ganadero eres”.
Según él, cuando en un hato los terneros son bravos y agresivos, indica que su manejo no ha sido el mejor.
Al contrario, si los terneros se acercan y no les tienen temor a las personas y buscan que las acaricien, significa, que las cosas van bien.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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