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- Por lo menos 20.000 bovinos pueden estar en riesgo de perder la certificación como libres de Tuberculosis y Brucelosis en el departamento de Cundinamarca. Los productores solicitan al ICA y al Gobierno Nacional su intervención para que se amplíe el plazo de rectificación de sus predios.
La pérdida de la certificación se podría presentar en 2 zonas de Cundinamarca. Una de ellas, en 32 municipios que conforman el Comité de Ganaderos del Área 5 del departamento, donde hay 1.008 predios certificados como libres de Brucelosis Bovina, lo que cubre a 13. 983 reses, y 1.027 predios libres de Tuberculosis Bovina, con un total de 16.312 bovinos.
La otra pérdida de las certificaciones recaería sobre 1.100 predios con 8.300 bovinos, pertenecientes a productores de la Asociación de Ganaderos (Asogán), localizados en el Valle de Ubaté.
El representante legal del Comité de Ganaderos del Área 5 de Cundinamarca, Enrique Triviño Galeano, el pasado primero de febrero envió una carta al Instituto Colombiano Agropecuario, en la que solicitan a esa entidad sanitaria una prórroga por 4 meses para recertificar los predios libres de Brucelosis y Tuberculosis, a raíz de la intensa sequía que ha venido teniendo la región, que dificulta el costeo de las muestras requeridas para el proceso, las cuales están por encima de los $60.000.
Manifestó Triviño Galeano que la entidad sanitaria rechazó la solicitud, sin plantear una solución a los ganaderos de los más de 2.000 predios, quienes no quieren perder la certificación que les permite comercializar la leche con valor agregado y además conservar el estatus sanitario del país.
Ante ello, solicitaron la intervención del Gobierno Nacional por el riesgo sanitario y económico que tendría para la cuenca lechera perder el trabajo y los recueros financieros invertidos desde años atrás en la obtención de las certificaciones.
Triviño Galeano explicó que la situación continúa siendo caótica por las extremas temperaturas. Se han tenido 9 heladas con temperaturas por debajo de cero grados centígrados, pasando luego a otras muy altas. Indicó que han tenido reducciones hasta del 50 % en la producción de leche y han tenido que sustituir alimentos ensilados, concentrados, glicerol y palmiste y que no hay oferta suficiente de esos alimentos puesto que hay mucha demanda de ellos y sus costos se han incrementado. Por eso hicieron la solicitud al ICA.
El representante de los empresarios ganaderos que se localizan en 32 municipios lecheros de Cundinamarca, agregó que la petición se realizó porque se cumplieron los 2 años desde la primera certificación y deben recertificarse. Conscientes de ello, requieren de la ayuda del Estado.
Por su parte, la presidenta de Asogán, Patricia Escobar, relató que desde junio de 2015 ha buscado que los 3.800 animales de 1.100 predios del Valle de Ubaté, certificados como libres de Brucelosis en el 2014, logren la recertificación con la ayuda de entidades gubernamentales, pues los predios pertenecen a pequeños ganaderos que no disponen del dinero para pagar las muestras.
Según la presidenta de Asogán estos procesos son costosos y el pequeño campesino no siempre tiene los recursos y el acceso a la información y al proceso de recertificación. Por ello les están ayudando para que no se pierda el trabajo realizado hizo en el año 2014.
Para la líder de Asogán, ha sido titánica la tarea, puesto que a finales del 2015 se consiguieron parte de los recursos para costear el proceso que tiene un costo de $120 millones, con la Cámara de Comercio y el Fondo Nacional del Ganado (FNG), que en ese momento era administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), pero con el cambio en la administración del Fondo, no se sabe cuándo será desembolsado el dinero y solamente tienen plazo hasta este mes de febrero para cumplir con la exigencia sanitaria.
Recalcó Escobar que en esa región se realizan esfuerzos por certificar las fincas libres de ambas enfermedades y así conservar el estatus sanitario no solamente para obtener precios más altos por litro de leche, sino también porque esto le da al país la posibilidad de ser declarada como libre de ambas patologías y comercializar los lácteos en el exterior, lo que en gran medida se verá frenado con la pérdida de las certificaciones, puesto que Boyacá y Cundinamarca son 2 de las más grandes cuencas lecheras del país. Solamente el Valle de Ubaté cubre el 52 % de la demanda de leche del país.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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