Sistemas silvopastoriles.
Foto: CONtexto Ganadero.
- Los árboles frutales poseen importantes características para utilizarse en la alimentación del ganado, como fuente de forraje, proteína, alimento energético, vitaminas y minerales.
Los frutos de muchos árboles son fuentes de alimento directo para los humanos, tanto por sus semillas como por su pulpa. Es común encontrar diferentes especies de frutales en los paisajes ganaderos, sin embargo, en muchas ocasiones la gente es indiferente y poco uso hace de este recurso, bien sea por condiciones de distancia, dificultad de acceso a los frutos o desconocimiento de su importancia.
Los que sí lo saben bien y los aprovechan cuando pueden, son la fauna silvestre y los animales domésticos. Los frutos de los árboles que se encuentran en los potreros mitigan los efectos durante los periodos de estrés nutricional como en las sequías, épocas cuando son escasos y de baja calidad nutricional los pastos y otros forrajes, así mismo, en épocas de lluvias aportan nutrientes que mejoran las dietas y por tanto, los niveles productivos.
Los árboles frutales tienen excelentes características para ser empleados en la alimentación del ganado, como fuente de forraje, como alimento energético, proteínas, vitaminas y minerales.
La combinación juiciosa de árboles frutales y plantas forrajeras da origen a la modalidad de sistemas silvopastoriles con árboles frutales. Algunas experiencias son:
-Las frutas pueden ofrecerse a los animales para que se diseminen a través de sus excretas y luego se controlan las poblaciones o se efectúan las podas requeridas para que la penumbra generada por ellos no afecte la producción de forrajes.
-Algunos cultivos de frutales en plena producción pueden asociarse a la ganadería, teniendo las debidas precauciones. Por ejemplo, la nuez de macadamia macadamia ternifolia y el coco cocus nucifera. Los cocoteros son indicados para asociaciones silvopastoriles con animales de peso bajo (ovinos, terneros), ya que generan poca penumbra intermedia.
Cultivar con fines industriales.
De acuerdo con el Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (CIPAV), puede sembrarse para fines industriales con distancias de siembra de 10 m x 10 m asociados con pasturas mejoradas.
El criterio principal para la introducción del ganado en un sistema silvopastoril con frutales es que los animales no alcancen a comer las hojas nuevas, lo cual se logra entre 3 y 4 años del establecimiento, según la variedad empleada.
Según el CIPAV, este tipo de sistemas se pueden mejorar notablemente con la introducción inicial de leguminosas herbáceas como kudzú pueraria phaseoloides. (Carta Fedegán 101).
Los subproductos de la industrialización del coco (copra o torta) pueden utilizarse como suplementos para los animales especialmente para las vacas en producción cuando los precios del mercado estén bajos.
Un ejemplo.
La hacienda La Castilla, localizada en el municipio de Ulloa en el Valle del Cauca a una altitud de 1.300 m.s.n.m. dispone de un sistema silvopastoril con nueces de macadamia asociado con pasto estrella cynodon plectostachyus, integrando la explotación comercial de la nuez con la producción de leche (25.000 litros por hectárea por año).
Cuenta con sistemas a diferentes distancias de siembra, siendo la más apropiada, de acuerdo con su experiencia, de 12 m x 12 m (con 60 a 70 árboles por hectárea).
Con este sistema, obtiene una producción promedio anual de nuez de 25 Kg a 30 Kg por árbol, alcanzando en algunos casos, producciones de hasta 80 Kg por árbol.
El árbol de nuez de macadamia inicia su producción aproximadamente a los 3 años. La recolección de las nueces en el potrero es realizada por mujeres exclusivamente a quienes les pagan su trabajo por kilo recogido y por kilo sin cáscara. A los árboles les cosecha la producción cada 8 días.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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