Caminos en concreto

Foto: Cortesía
- Menos enfermedades, mejor higiene y movilidad son algunas de las ventajas que explican por qué cada vez más productores ganaderos están adoptando esta práctica.
En las alturas de Pasto, a más de 3.000 m.s.n.m., una práctica ganadera que inició hace 2 décadas sigue demostrando sus beneficios: construir caminos en concreto en las fincas lecheras.
El médico veterinario y asesor técnico Iván Fernando Caviedes Castro, fue uno de los primeros en utilizarla y hoy la implementa en cada predio que asesora.
Aseguró Caviedes que hace 20 años hicieron los primeros caminos en la finca de su papá y desde entonces no ha dejado de usarlos. (Lea en CONtexto ganadero: Caminos cubiertos con plástico, ingeniosa táctica para proteger al ganado)
La clave, afirma, está en planear su trazado en relación con la distribución de los potreros y la ubicación del establo. Si es necesario, se reorganiza la finca para que 1 o 2 líneas de camino conecten la mayoría de potreros con la sala de ordeño.
Funcionalidad:
El diseño obedece más a criterios técnicos que estéticos. La longitud de los caminos puede variar entre 400 y 1.500 metros, dependiendo del tamaño del terreno. Cuando este es inclinado, se construyen escalones cada 6 o 7 metros para facilitar el tránsito del ganado.
La plataforma debe tener por lo menos 70 centímetros libres para permitir un tránsito cómodo. A los lados, se construyen bordillos de concreto que tienen una doble función: facilitar la limpieza e impedir la invasión de maleza.
Explicó que el bordillo permite utilizar una manguera para evacuar los desechos como si fuera un canal. Esto ayuda a mantener el camino limpio, porque el barro y el estiércol deterioran el cemento si se acumulan.
Antes y después:
Caviedes recuerda los problemas que afrontaban antes de implementar los caminos en concreto: barro, suciedad en las ubres y cojeras. Las vacas llegaban al ordeño lastimadas y sucias, sobre todo en invierno.
Esta situación cambió con el concreto: explicó que ahora transitan tranquilas, sin lesionarse y más limpias. El cambio ha sido total.
Además del bienestar animal, estos caminos en concreto han ordenado la operación de las fincas. Las vacas aprenden con rapidez a seguir la ruta y el manejo se hace más predecible.
A diferencia de los caminos en tierra, piedra o cubiertos con plástico, el concreto resiste las lluvias y el paso del tiempo.
En una finca especializada en ganado jersey, recientemente Caviedes construyó 500 metros de camino en concreto. El costo fue de $80.000 por metro lineal, una cifra que puede parecer elevada, pero se compensa con su resistencia y los beneficios a largo plazo.
Un aspecto importante es el uso eficiente de los terrenos. Mientras los caminos tradicionales requieren mayor ancho, el concreto ofrece senderos estrechos y funcionales. Esto se traduce en mayor área útil para pastos o cultivos forrajeros.
Otro argumento es la apariencia y el impacto visual. Caviedes hace críticas a las soluciones improvisadas con plásticos, que además de su poca duración, alteran el paisaje de la finca.
Caviedes insistió en que los caminos en concreto valen la pena, pues a pesar del costo inicial, el resultado es tener una finca más organizada, un sistema de trabajo más eficiente y animales más sanos.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero. Autora: Angie Barbosa.
Lo invitamos a ver el siguiente video que muestra pisos de caucho para salas de ordeño:
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