Riego inteligente

Foto: Fedecafé
La eficiente gestión del agua en la agricultura es un aspecto muy importante para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del sector.
Con el cambio climático que modifica los patrones de las lluvias y aumenta la frecuencia de las sequías, el adecuado uso del agua en los cultivos se ha convertido en una prioridad.
No obstante, la mayor parte de los recursos hídricos se pierde debido a ineficientes métodos de riego, lo que afecta la productividad y ocasiona un impacto negativo al medio ambiente.
Uno de los actuales desafíos para los agricultores es asegurar que el agua llegue de forma efectiva al suelo y sea aprovechada por los cultivos.
De hecho, los suelos arcillosos pueden almacenar más agua por su alta microporosidad, mientras que los arenosos permiten que el drenaje sea más rápido, lo que implica menor capacidad de retención. Según estudios, conocer la estructura del suelo es muy importante para poder definir estrategias de riego que eviten el desperdicio y optimicen la absorción del agua por las raíces.
Asimismo, el momento en el que se realiza el riego es otro factor importante, puesto que el agua en el suelo está en un ciclo continuo que, además de contemplar la absorción por las raíces, también traslada nutrientes mediante el xilema y transpira por medio de las hojas.
Artículo relacionado:
MinAgricultura lanza incentivo para pequeños productores que inviertan en riego
Además, cuando disminuye la humedad del suelo, significa que la atmósfera está seca, y en respuesta a ello, las plantas cierran sus estomas para disminuir la pérdida de agua, lo que a su vez restringe la absorción de dióxido de carbono y afecta su crecimiento. Para evitar este problema, los agricultores pueden acudir a sensores de humedad o a la técnica de la calicata, consistente en excavar en el suelo para estimar la disponibilidad de agua con que se cuenta.
Se debe considerar que aplicar la cantidad de agua correcta es fundamental al momento del riego. Un error muy común en la agricultura es exagerarlo. Por este motivo, no solamente se desperdicia agua, sino que además se pueden provocar encharcamientos y afectar el desarrollo de las raíces. Para establecer la cantidad óptima de agua, es necesario conocer la profundidad a la que se encuentren las raíces.
Igualmente, es común que en las primeras etapas de crecimiento, los cultivos requieren de un suministro constante de agua para desarrollar sus estructuras, pero a medida que estas maduran su demanda hídrica se estabilizará.
Finalmente, los sistemas de riego tienen un papel clave en la eficiencia del uso del agua.
Métodos tradicionales como el riego por aspersión o por surcos pueden generar grandes pérdidas por escorrentía o evaporación.
En cambio, sistemas modernos como el riego por goteo permiten hacer una aplicación precisa y localizada del agua, reduciendo el desperdicio y optimizando el consumo hídrico.
Además, la utilización de tecnologías como los sensores de humedad y la automatización del riego facilitan una gestión más adecuada del recurso.
Fuente:
Adaptado de Agronegocios de La República. Autora: Juliana Ramos Mosquera.
Lo invitamos a ver el siguiente video que muestra hidroretenedores:
Siga nuestro canal en Youtube para ver las últimas novedades en el Sector Agropecuario:
Con el patrocinio de: