Higiene oral

Foto: Colprensa
Así como en los seres humanos, en los bovinos la higiene oral es fundamental para mantener en buenas condiciones la boca de estos y evitar enfermedades que se originan allí, perjudican su alimentación y pueden transferirse al sistema digestivo, generando diferentes dificultades al ganado.
Al ser la lengua y los dientes las principales herramientas del animal para arrancar y absorber los alimentos.
Los rumiantes tienen 32 piezas dentales: 12 premolares, 12 molares y 8 incisivos inferiores. Arriba de los incisivos tienen una almohadilla dentaria que, con la ayuda de la lengua, sirve para succionar la comida o arrancar el pasto.
Los animales con problemas en los dientes pueden sentir dolor que les produce dificultades para masticar y rumiar, e inclusive, en situaciones extremas, les impide comer. Así mismo, pueden perder piezas que reducen su capacidad de masticar y, en consecuencia, de aprovechar todos los alimentos que llegan a su boca.
Problemas en la dentadura suelen ocasionar laceraciones en los carrillos (parte interna de los cachetes) que en algunas ocasiones producen mucho dolor. También pueden producir cortaduras o lesiones en la lengua, situaciones que por dolorosas provoca la pérdida del apetito o la dificultad para comer.
Otro riesgo que se corre con problemas en la boca o en la dentadura son las infecciones bucales, que se pueden propagar hacia otras partes del sistema digestivo o del organismo.
Las consecuencias….
Cuando el animal no come bien, se disminuyen sus índices de ganancia en carne y la producción de leche. Además, los animales adoloridos o enfermos generan un estrés adicional haciendo difícil su manejo y su sueño, así como presentando otras conductas anómalas que afectan sus niveles de producción.
Para evitar llegar hasta estos escenarios costosos en tiempo y recursos, la prevención es la clave del manejo de la salud oral del ganado bovino.
El médico veterinario Carlos Tamayo considera que es necesario realizar la revisión permanente de la actividad masticatoria del animal para observar si está funcionando de manera normal o presenta alteraciones. En el caso de que las haya, se requiere proceder a buscar soluciones.
Cuando se detecta una pieza faltante o dañada, se debe valorar si es necesaria una reposición o una intervención, pero teniendo en cuenta la merma de la capacidad de masticación y, especialmente, si la calidad del toro o de la vaca amerita ese procedimiento.
Un aspecto clave a es realizar una completa higiene oral al menos 2 veces al año. Los animales se inmovilizan y un experto realiza el procedimiento revisando todas las piezas dentales, limpiando el zarro y revisando las encías.
Se deben realizar ajustes en la oclusión, es decir, corregir desgastes en algunas piezas que por la masticación irregular, pueden producir puntas de esmalte, ganchos o aristas, que pueden fracturar dientes u ocasionar heridas en la boca.
Para una correcta salud oral también es muy importante que la alimentación sea balanceada y que contenga suficientes minerales como hierro, calcio y otros, fundamentales para el buen estado de los dientes.
Fuente:
Adaptado de Agronegocios de La República. Autor: Julián Vélez Robledo.
Lo invitamos a ver el siguiente video que muestra un brete ganadero:
Siga nuestro canal en Youtube para ver las últimas novedades en el Sector Agropecuario:
Con el patrocinio de: