Plantas

Foto: Bloomberg
La alimentación del ganado bovino es un aspecto fundamental para garantizar su salud y productividad. No obstante, existen alimentos y plantas que, aunque pueden parecer inofensivas, resultan tóxicas para estos animales.
Es muy importante que los ganaderos conozcan sobre los riesgos para evitar intoxicaciones en sus hatos.
Plantas nocivas:
Algunas plantas presentes en las pasturas o que pueden ofrecerse como alimento contienen compuestos perjudiciales para el ganado. Entre ellas se encuentran la cebolla, el ajo y los puerros, que contienen tiosulfato, sustancia que puede romper los glóbulos rojos de las vacas, conduciendo a una anemia hemolítica. El excesivo consumo puede ocasionar síntomas como mucosas pálidas, orina de color oscuro, ictericia, tambaleo, diarreas e inclusive la muerte del animal.
De igual forma, la adelfa (Nerium oleander), común en los jardines, puede llegar a ser muy tóxica para las vacas; la ingestión de cantidades pequeñas puede ser letal.
Con las bellotas hay que tener cuidado: si bien en cantidades pequeñas y mezcladas con otros alimentos no son perjudiciales, su consumo exclusivo o excesivo puede causar intoxicación en el ganado.
El helecho también contiene sustancias tóxicas que si se ingieren en grandes cantidades pueden afectar la salud de estos animales. Uno de los más comunes es el bejuco mataganado, que es una planta que se encuentra en algunas regiones y es conocida por su alta toxicidad. Lo mejor es evitarla en la dieta del hato.
Los forrajes:
Además de las plantas y alimentos mencionados, ciertos forrajes pueden constituir un riesgo, como el caso de la alfalfa, que aunque es un forraje nutritivo puede ocasionar intoxicaciones cuando se consume en heno o en fresco, especialmente si los animales no están acostumbrados a ella. El consumo repentino y en cantidades grandes puede llevar al timpanismo o la hinchazón del rumen, así como a otros problemas digestivos.
Los silos de forrajes contaminados con hongos son muy peligrosos, pues estos microorganismos producen micotoxinas, que puede causar abortos, infertilidad y, en casos graves, la muerte del animal. Sin desconocer que algunas micotoxinas, como la aflatoxina, pueden pasar a la leche, constituyendo un riesgo para la salud humana y generando pérdidas económicas para el ganadero.
Prevención de intoxicaciones:
Para prevenir las intoxicaciones en el ganado es recomendable que se identifiquen y se eliminen las plantas tóxicas de los potreros y las áreas de alimentaciones de los bovinos.
Monitorear las dietas también es fundamental para evitar cambios bruscos en la alimentación y cerciorarse de que los bovinos no consuman en exceso los productos potencialmente tóxicos.
Asimismo, es importante almacenar los forrajes de forma adecuada para prevenir la contaminación con hongos y la formación de micotoxinas.
Finalmente, no olvidar que ante alguna sospecha de intoxicación o el asesoramiento sobre una adecuada alimentación para el ganado es primordial consultar un veterinario o un especialista en nutrición animal.
Tenga en cuenta que una adecuada gestión de los alimentos y el conocimiento de las plantas y los alimentos tóxicos, es fundamental para el éxito de la ganadería.
Fuente: Adaptado de Agronegocios de La República. Autora: Juliana Ramos Mosquera.
Lo invitamos a ver el siguiente video que muestra un salero comedero para ganado:
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