Suelos ácidos
- Explicar la forma como se comportan los fertilizantes cuando se aplican en suelos de praderas y sus implicaciones en la nutrición de los pastos no es tan fácil. Contexto ganadero explica cómo reducir las pérdidas de los nutrientes en las praderas.
El experto en pastos Octavio A González señala que el reto productivo de los ganaderos es transformar forrajes y pastos en carne y leche, reduciendo la entrada de insumos externos, conservando los recursos naturales y propendiendo por un sistema más productivo y eficiente.
Hay que tener claro que la producción de forraje tiene mucha relación con la oferta productiva del suelo, dado que sus características biológicas y fisicoquímicas son determinantes para posibilitar el suministro de nutrientes que determinan la cantidad de materia seca que se puede producir.
Es esencial es identificar los factores determinantes de la dinámica de los nutrientes en el suelo, es decir, la sostenibilidad de los sistemas no depende de la cantidad de fertilizantes. El sistema de producción de forrajes se hace muy costoso y se generan impactos ambientales lo que va en contravía de la sostenibilidad del sistema suelo – planta – animal.
Cómo corregir el problema de los suelos ácidos:
En países como Colombia, la producción de forrajes en un alto porcentaje se desarrolla en suelos ácidos, con alto aluminio intercambiable, baja capacidad de intercambio catiónica, bajo contenido de bases, bajo contenido de fósforo y baja actividad biológica de microorganismos transformadores de materia orgánica y microorganismos funcionales del fósforo y el nitrógeno.
Este escenario constituye una gran limitante para el crecimiento y desarrollo de las praderas, por lo que la producción de materia seca y forraje verde son muy bajos, así como la productividad.
Menciona González que este problema se corrige de manera empírica aportando grandes cantidades de fertilizantes de alta solubilidad, con el agravante que es muy baja la eficiencia de la fertilización en estos suelos. Para nitrógeno y potasio es de 40 a 60% y para el fósforo de solo el 10% en muchos casos. Es baja la oferta productiva de los suelos, lo que desestimula a los productores.
Es así, como es fundamental implementar prácticas de manejo acordes con esta realidad mineralógica y química de los suelos. Algunas de estas consisten en la aplicación de enmiendas orgánicas o inorgánicas, pastos adaptados y mejoramiento de la eficiencia en la fertilización.
El fósforo, el nitrógeno y el agua son fuertes limitantes del crecimiento de las pasturas en los suelos ganaderos. En estos ambientes los pastos se adaptan aumentando su habilidad para competir por los nutrientes, establecimiento asociación con hongos del suelo como las micorrizas, involucradas en la tolerancia de la especie a los suelos ácidos, ya que la simbiosis mejora el desarrollo radicular y da tolerancia a la compactación de los suelos.
Y concluye que las pasturas, colonizadas con micorrizas, desarrollan buenos sistemas de raíces en suelos ácidos donde el aluminio es altamente disponible y con altos riesgos de ser fitotóxico.
Fuente:
Adaptado de CON texto ganadero.
Lo invitamos a ver el siguiente video que muestra los hidroretenedores:
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