Control cultural
- El control cultural de las moscas consiste en la manipulación de condiciones ambientales como humedad relativa, temperatura y del medio para mitigar su proliferación. Es el conjunto de prácticas que buscan generar un ambiente en el que la ovoposición de la mosca adulta se reduzca al mínimo.
En su artículo «Control integrado de moscas», el ingeniero Felipe A. Schlapbach precisa que el control cultural es la manipulación de factores abióticos, como temperatura, humedad relativa y la humedad de la ganadería.
Por su parte, en el manual Manejo integrado de moscas en sistemas ganaderos intensivos se indica que es un conjunto de trabajos que tienen como finalidad generar un ambiente higiénico y limpio tendiente a reducir al mínimo los lugares de oviposición de las moscas adultas.
Para Schlapbach, el control cultural de las moscas pretende realizar una apropiada gestión del estiércol, los piensos y las instalaciones.
Estiércol:
La eliminación del estiércol reduce las posibilidades de ambiente para el desarrollo larvario de las moscas. Por ejemplo, su compactación afecta el potencial de cría de las moscas. Sugiere realizar una compactación mecánica, sacando el estiércol y la cama de paja de establos y corrales.
A su vez, la práctica de agregar cantidades grandes de agua al estiércol crea un hábitat inapropiado para la cría de la mosca común y otras afines, pero puede generar condiciones para especies que toleran e incluso prefieren condiciones líquidas, como las Hermetia negras y las zángano.
Alimentos y depósitos:
Si se evita el deterioro del pienso y se conserva seco, se reducen los lugares donde las moscas pueden criar. Para esto, deben vigilarse los vertidos alrededor de las bases de los contenedores y los silos de pienso, cubrir el forraje de forma correcta y proteger el heno.
Una cobertura y protección adecuada de los piensos almacenados y de los depósitos con pienso evitan que se generen las condiciones de humedad producidas por la lluvia, disminuyendo así la cría de moscas.
Por su parte, el manual recomienda mantener higiene y limpieza en el lugar de depósitos de los ingredientes de la ración para prevenir su deterioro, pues los alimentos en descomposición atraen las moscas.
Instalaciones:
La prevención de la humedad en los lugares de cría es el factor cultural crítico para el control de las moscas y en esto es esencial el diseño de la instalación. Los bebederos representan una potencial fuente de humedad si están mal diseñados o mantenidos.
El ingeniero considera los suelos de hormigón con adecuadas pendientes y canales apropiados facilita el drenaje y permite una más fácil eliminación del estiércol.
Las placas de hormigón alrededor de bebederos y comederos favorecen la escorrentía, facilitan la limpieza y disminuyen la presencia de moscas. A esto hay que agregar una ventilación adecuada que permita la circulación de aire para mantener el ambiente suficientemente seco.
En los comederos, se deben conservar limpias la cara interna, la externa y los extremos con el fin de evitar que se acumulen restos de comida y se generen focos de multiplicación de moscas. También se deben reparar los que no estén en buenas condiciones o presenten roturas por donde se filtre el alimento.
Otro aspecto importante es tener una adecuada densidad de animales, pues con altas densidades en los corrales se facilita el pisoteo de la materia fecal, produciendo un efecto de compactación, evitando el desarrollo larvario.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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