Compostaje
- El vermicompost es el proceso de compostar empleando lombrices y microorganismos. Este es un procedimiento eólico y termina en la estabilización de la materia orgánica. Conozca los requerimientos y procesos.
El Manual de Compostaje del Agricultor de la FAO plantea que al igual que en el compost maduro, el producto final es materia orgánica, pero quienes realizan el proceso son las lombrices con ayuda de los microorganismos.
Durante el proceso, minerales insolubles son solubilizados, quedando utilizables para las plantas cuando el vermicompost se le aplica al suelo. Así mismo, otros compuestos orgánicos como la celulosa, son degradados parcialmente a compuestos más simples, por las bacterias del tracto digestivo de la lombriz, incrementando la disponibilidad de nitrógeno.
Para realizar el cultivo de lombrices, los expertos mencionan en el manual algunas herramientas como:
Contenedor o cama:
Existen diversas opciones, tamaños y calidades de contenedores para el cultivo de lombrices. Lo importante es que sean recipientes abiertos para facilitar la alimentación y la visualización. Normalmente son de madera.
Las lombrices normalmente se profundizan en el sustrato buscando alimento, pero no más allá de 40 cm, por lo que la cama debe ser de una profundidad entre 50 y 60 cm y un ancho de 1 metro, siendo el largo de acuerdo con el área disponible en la finca. La cama debe protegerse de la lluvia, la luz del sol y las temperaturas extremas en tiempos de heladas o de invierno.
Sustrato:
Normalmente se utiliza una mezcla de suelo y material orgánico fresco en proporción de 3 a 1 o material orgánico compostado con material fresco en relación de 2 a1 respectivamente.
Pie de cría (lombriz):
Se obtiene comercialmente. La recomendación más frecuente es de1 kilo de lombriz comercial por cada metro cuadrado de lecho.
También puede obtenerse el pie de cría a partir de las camas. Según el país, un kilogramo de lombriz puede costar entre 50 y 100 USD.
Existen algunos materiales que pueden añadirse al vermicompost como estiércol, papel, cartón sin pintura, vegetales, frutas, cáscara de huevo, corte de pasto, residuos de cosecha, paja, granos de cereales o pulpa de café,. También se pueden aplicar los biosólidos de plantas de tratamiento de aguas residuales.
El vermicompost final se cosecha dependiendo del sistema de producción y del tamaño. A pequeña escala se utiliza el sistema de trampeo de lombrices consistente en dejar de alimentar a las lombrices por un término de 8 a 10 días.
Posteriormente, se pone ‘alimento fresco’ en un extremo de la cama o sobre el material en el contenedor para atraer las lombrices. De esta manera la lombriz se mueve hacia el material fresco en busca de alimento y pueden ser recolectadas.
En esta labor, los nuevos y las lombrices recién nacidas quedan en el vermicompost cosechado, o sea que no se recuperan. El vermicompost es más estable que el compostaje y contiene mayor proporción de ácidos fulvicos y húmicos.
El compostaje obtenido puede tamizarse para homogenizar su tamaño o secado para ser almacenado y posteriormente aplicarse al suelo. Igualmente se utiliza como base para producir té de vermicompost.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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