Sonda esofágica
- Conocido también como tubo esofágico, este instrumento únicamente se emplea cuando el becerro se niega a tomar calostro del tetero por sí mismo por dificultades en el parto. Como este procedimiento puede ser rechazado, el operario debe seguir unos pasos para efectuarlo.
El miembro del programa Alltech On-Farm, Jorge Delgado, en un video grabado por el portal Engormix explicó que el calostro puede suministrarse a los terneros de forma segura utilizando una botella o un tubo esofágico, que pasa por la garganta.
Según precisó el experto, la sonda redondeada que está en un extremo del tubo protege la boca y la garganta de ser perforadas o raspadas, y ayuda a prevenir el reflujo de fluidos en el esófago.
La administración forzada de calostro se debe practicar en becerros que se rehúsan o son incapaces de tomar por sí mismos la cantidad de calostro que requieren antes de que se “cierre” su intestino a las 24 horas luego de su nacimiento, para obtener una óptima masa de inmunoglobulinas.
Vale recordar que el parto es un proceso traumático para la cría, pues puede quedar privada de oxígeno o lastimarse algún hueso u órgano. Esto ocasiona que le resulte al ternero físicamente imposible consumir calostro, por lo cual se utiliza la sonda esofágica.
Delgado indicó que el extremo redondeado del tubo también contribuye a que la sonda se desvíe de la laringe y la apertura de la tráquea, cuando se introduce en la garganta, para que el calostro no ingrese a los pulmones.
Detalló el procedimiento así: Primero tome la ternera y sostenga su cuello entre las piernas con la cabeza hacia el frente. Luego empuje su nariz hacia abajo con dirección hacia el pecho antes de insertar el tubo. Si la cabeza apunta hacia arriba, el tubo es más propenso a ingresar a la tráquea en lugar del esófago.
En tercer lugar, lubricar la parte redonda de la sonda con calostro y situarla a un costado de la boca. Posteriormente, se debe abrir la boca con el pulgar e introducir el tubo por sobre la lengua, deslizándolo lentamente hacia la garganta.
Puntualizó que el becerro debe tragarlo mientras se mueve hacia adelante y hacia atrás, aplicando presión suave. Se deja de empujar por un instante y se colocan los dedos en el exterior del cuello.
De esta manera, se podrá sentir el tubo que ha ingresado al esófago. Si no se puede sentir o el animal está tosiendo, la sonda está en la tráquea, por lo cual se debe extraer y empezar nuevamente el procedimiento.
Hay que cerciorarse de que el tubo no esté roto o presente bordes filosos, y realizar la desinfección y limpieza adecuadas entre usos, pues se corre el riesgo de transmitir infecciones que pueden ser mortales.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
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